Alarde de ilusión en las procesiones infantiles

Los alumnos de diversos centros educativos marteños sacan a la calle de su municipio a sus Cristos y Vírgenes

13 abr 2019 / 17:04 H.

Los más pequeños de Martos contribuyeron un año más a engrandecer la Semana Santa de la ciudad tuccitana con su participación en las conocidas como procesiones infantiles. Los primeros en dar rienda suelta a su amor por las tradiciones de su tierra natal —no menos intenso por ser niños los que lo demuestran— fueron los alumnos del colegio San Antonio de Padua. En las propias instalaciones del centro, los niños sacaron en procesión a su particular Borriquita ante las miradas felices de sus padres y los integrantes de la comunidad educativa.

El mismo día, ya por la tarde, llegó el turno del inicio de los actos organizados por el Colegio Bilingüe Divina Pastora. Una de sus alumnas, Paula Ocaña, ejerció de pregonera infantil ante sus compañeros y profesores, emulando, así, a Aurelio Cabello, el pregonero de la Semana Santa marteña de este año y, por tanto, protagonista de una de las celebraciones más importantes dentro de la misma.

Este acto, cargado de emoción, dio paso, un día después, a la puesta en marcha por las calles marteñas del resto de procesiones infantiles. Los alumnos del propio Colegio Divina Pastora y los del Colegio San Fernando fueron, en esta ocasión, los protagonistas.

No faltó detalle alguno. Estandartes, cruces de guía, túnicas, pañoletas, cíngulos, medallas, acompañamiento musical, relucientes tronos sobre los que reposaban las imágenes de Cristo y la Virgen, y, sobre todo, pasión, esa vertida por los niños durante sus particulares estaciones de penitencia y que se convierte en el mejor aval para asegurar el futuro de la Semana Santa y las costumbres marteñas.

En el caso de las procesiones del Colegio Divina Pastora, incluso completaron su recorrido pasando por la carrera oficial, que discurre por la zona de la Fuente Nueva, y que este año formará parte del itinerario de todas y cada una de las cofradías adultas de Martos. Ello formó parte de la colocación simbólica de la primera piedra para que la Semana de Pasión marteña siga creciendo.