Marmolejo pedirá a la CHG que conserve los molinos sobre los que se construyó la central de Casas Nuevas

El Ayuntamiento de Marmolejo (Jaén) pedirá a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) que conserve los molinos del siglo XV sobre los que está construida la central hidroeléctrica de Casas Nuevas, en el Guadalquivir, y que se encuentra en desuso desde década de los años 80 del pasado siglo.

El alcalde de Marmolejo, Manuel Lozano (PSOE), ha indicado que fue en 2015 cuando el Ayuntamiento comenzó a moverse para mostrar su interés por estos molinos. Lo hizo ante la CHG y también en Endesa, como empresa concesionaria de la explotación de la central.

Actualmente dicha concesión está en proceso de caducidad por lo que una vez concluido este trámite será la CHG la que decida el destino inmediato de la presa y por ende, de los molinos, todo un complejo incluido recientemente en la Lista Roja del Patrimonio de la Asociación Hispania Nostra por su "peligro de ruina", "abandono y mal estado de conservación".

Lozano ha insistido en que lo más preciado del conjunto para su conservación son los antiguos molinos. La propuesta inicial del Consistorio es que CHG se comprometiera a "sacarlos del lecho del río" y trasladar piedra a piedra los molinos hasta un lugar de fácil acceso donde se pudieran poner en valor.

"Nuestros recursos como Ayuntamiento son muy limitados, pero no queremos que se pierda ese patrimonio", ha dicho Lozano. También desde Endesa se ha comunicado a Europa Press que su voluntad es que se conserven los molinos, independientemente del destino final que el organismo de cuenca dé a la presa y a la central hidroeléctrica.

La primera noticia que se tiene de estos molinos data de la primera mitad del siglo XV. Sin embargo, estas estructuras podrían ser más antiguas a juzgar por ciertos elementos arquitectónicos --arcos de herradura-- y signos de origen judío existentes en su interior. Estos fueron propiedad del Mayorazgo de La Guardia y contaron, en su momento, con la mayor producción harinera de todo el río Guadalquivir.

En el siglo XVI los molinos fueron donados al convento que la Orden de los Dominicos fundó en La Guardia (Jaén), siendo ellos propietarios hasta la desamortización del Trienio Liberal, a principios del siglo XIX, cuando fueron subastados.

Al no pujar nadie por ellos, estuvieron abandonados hasta mediados del siglo XIX, pasando de unas manos a otras hasta su compra final por la compañía Electra del Guadalquivir en 1907, con la intención de construir una central hidroeléctrica aprovechando la concesión del salto que poseía.

La central hidroeléctrica comenzó a funcionar en 1916. Electra del Guadalquivir --la empresa propietaria hasta la fecha-- fue absorbida por Mengemor en los años 30 del siglo pasado y esta, a su vez, por la Compañía Sevillana de Electricidad. La central dejó de funcionar en 1964, siendo desmantelada en la década de los 70. En el año 2000 pasó a ser propiedad de Endesa, quien mantiene actualmente la titularidad.

Se trata de un complejo enclavado en el centro del río Guadalquivir, que incluye dos molinos harineros y una central hidroeléctrica. La central fue construida sobre los molinos, por lo que los restos de los mismos, se pueden ver en la parte inferior de la estructura.

Los molinos constan de dos torres que albergaban tres muelas cada una. En la estancia que los acoge se pueden observar diversas inscripciones antiguas que comprenden fechas, el año 1877, varias estrellas de David y algunas marcas de cantero.

La presa de elevación que cubre el río llega a alcanzar un desnivel de 6,5 metros. Sobre la misma se pueden ver los antiguos engranajes --actualmente oxidados e inmóviles-- que abrían o cerraban las compuertas de la presa.

Mientras finaliza el proceso de caducidad de la concesión, el Ayuntamiento sigue con la intención de que no se pierda patrimonio del municipio y menos algo que "verdaderamente merece ser conservado y estudiado".