No hay edad para echar a volar

La octogenaria Rosario Viedma cumple su sueño de practicar parapente y surcar el cielo azul

17 oct 2016 / 11:42 H.

La Peña del Águila de Mancha Real fue testigo este domingo de un sueño hecho realidad. Y es que Rosario Viedma Hernández, vecina de la localidad de Jimena, a sus casi ochenta y ocho años de edad que cumplirá el próximo mes de noviembre, se empeñó en cumplir su viejo y anhelado deseo de surcar los cielos.

Esta octogenaria madre de cuatro hijos, dos chicos y dos chicas, actualmente es abuela de trece nietos y de seis bisnietos que consiguió reunir a la mayoría de ellos este fin de semana en Mancha Real. Su familia vino de distintos municipios de la provincia de Jaén como Quesada, Baeza, Jimena y, también de fuera de ellas, como Granada e incluso, algunos miembros de la familia, cruzaron el Atlántico desde Uruguay para estar presentes en tan alocada y emocionante celebración.

Sus nietos, que la adoran y dicen de ella que es una mujer muy activa, luchadora y trabajadora, quisieron hacer el sueño de Rosario realidad. Para ello, se pusieron en contacto con la empresa local Parapente Andalucía Escuela de Vuelo que realiza esta actividad aérea en el centro de vuelo Peña del Águila de Mancha Real y le regalaron esta bonita experiencia por el cielo del municipio para festejar reunidos por su próximo cumpleaños.

despegue. Toda la familia al completo acompañó a Viedma hasta la pista de despegue en donde el piloto que la guiaría en la travesía, Juan Manuel Ruiz, la esperaba. Tras colocarle las protecciones pertinentes, Rosario despegó de la Peña del Águila, surcó y disfrutó de las vistas como ella siempre había soñado. El piloto, una vez en tierra, comentó que había sido, con diferencia, la mejor persona con la que había viajado en sus más de veintidós años de vuelo. Ruiz también comentó que Rosario había estado contándole historias durante el vuelo y que se rieron mucho.

Viedma, nada más tocar el suelo, dijo a su familia que volvería a repetir y que la próxima vez se animara alguno de ellos. La octogenaria afirmó que era el mejor regalo y la mejor experiencia que había tenido en su vida.

Los pilotos volvieron al centro en donde les esperaban más intrépidos saltadores venido de toda la provincia para vivir una increíble experiencia como la que acababa de tener Rosario Viedma, sin importar la edad.