Maestría y destreza en el ruedo en Burunchel
Las reses bravas se convierten en las protagonistas de la última jornada de las fiestas en la pedanía de La Iruela

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Después de tres días en los que Burunchel había colmado el ambiente de alegría y había dejado bien alto el listón, la última jornada de las fiestas dejó a todos con buen sabor de boca. Desde las 11:00 horas, decenas de visitantes se acercaron hasta la pedanía de La Iruela con el objetivo de coger el mejor sitio posible para ver al ganado bravo recorrer las calles hasta su llegada a la plaza de toros portátil. Esta iniciativa es una de las principales novedades de este año. En pasadas ediciones, el camión con las reses llegaba directamente hasta la plaza, donde los principiantes y expertos encaraban a los animales con una gran destreza. Sin embargo, en esta ocasión y con el objetivo de incluir a jóvenes valientes, decidieron soltarlos unos minutos antes para que los más atrevidos se apresurasen por llegar al vallado antes de que los animales los embistieran.
Ya una vez dentro de la plaza, los amantes del espectáculo taurino pagaron su correspondiente entrada y se sentaron a la sombra para disfrutar del toreo. Tras el correspondiente encierro de los bueyes, solo quedó un novillo sobre el ruedo, que atacó con todas sus fuerzas a todo aquel que se atrevía a entrar en la plaza. A partir de las 18:00 horas, la Peña de La Piruleta se encargaría también de soltar a otro novillo para ofrecer otra muestra de destreza y talento taurino. Pese a que las reses bravas se convirtieron en las grandes protagonistas de la última jornada de las fiestas, se organizaron actividades para que pudieran disfrutar todos los públicos y no solo los amantes de los espectáculos taurinos, como un concurso de tute o un espectáculo de folclore único y grandioso.
“Es el primer año que vengo y veo a la gente muy animada. Vengo desde Chiclana, estábamos por aquí y nos ha gustado”, apostilló Marina Sánchez. Luis Morcillo no falta un año, ya que le gustan mucho los toros y participa siempre lleno de ganas. “A nosotros nos ha pillado de paso. Es la primera vez que vemos un encierro. Hay bastante gente y está todo el pueblo animado”, destacó Paqui Sáez. Antonio Rubias es de Vilches y solo había visto los característicos encierros de su municipio, hasta que se enteraron de los de Burunchel y decidieron quedarse. “Hoy es un día impresionante, lo vivo con miedo, pero participo cada año. Esto es algo que a la gente le gusta muchísimo”, compartió Ana Bella.