Macrooperación contra los Pikikis con 27 detenciones

La Guardia Civil cree desmantelado el entramado criminal del clan

07 sep 2019 / 16:30 H.

La Benemérita acaba de asestar un duro golpe al crimen organizado y al tráfico de droga, al culminar la operación Zático, contra el clan de Los Pikikis, que se salda con la detención de veintisiete personas, de las cuales dieciocho siguen en prisión. La redada, centro en Úbeda, pero extendida a otros municipios, permitió la intervención de drogas, dinero y bienes muy valiosos.

La Guardia Civil aprehendió dos kilos de cocaína de gran pureza, ocho de hachís, un par de plantaciones a puerta cerrada de cannabis con ochocientas matas y material de cultivo intensivo, 70.000 euros en metálico, sesenta cuentas bancarias con otros 70.000 euros, quince inmuebles, multitud de joyas, seis automóviles de alta gama, una embarcación, dos pistolas preparadas para su uso, un par de escopetas, seis básculas de precisión, fármacos para adulterar y cortar coca, 48 kilos de picadura de tabaco y una máquina industrial para elaborarla, un ordenador, móviles, un sistema de videovigilancia y documentación y anotaciones que apuntalan la investigación.

El hilo que llevó a la organización fue un traficante de Torreperogil, que colocaba, de manera periódica, cocaína en ese municipio. La operación, muy compleja y laboriosa, se desarrolló durante casi un año de la mano del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Úbeda. A los implicados se les atribuyen los delitos de pertenencia a organización criminal, contra la salud pública —tráfico de drogas—, tenencia ilícita de armas, robo con violencia, blanqueo de capitales y defraudación de fluido eléctrico.

Los investigadores llegan a la conclusión de que en la pirámide de la estructura estaba la matriarca de los Pikikis, que, en un primer escalón, dirigía a cuatro de sus hijos, aleccionados igual que sus parejas. El hermetismo era total, con una planificación tal que cuidaba hasta el más mínimo detalle. Así , se extremaba la seguridad en las entregas de drogas que salían de las “guarderías” y que se colocaban a menudo mediante un sistema de las entregas de las partidas de estupefacientes que, con frecuencia, se distribuían mediante el modelo a domicilio de “telecoca”. El Instituto Armado considera que se trata de una organización delictiva “histórica” en la provincia.

En el despliegue para desarticular la trama se contabilizan doscientos agentes y al menos diecisiete registros. La red camuflaba el incremento de patrimonio obtenido a partir de las actividades ilícitas con la compra, para blanquear, de inmuebles, vehículos y otros bienes registrados a nombre de testaferros. La tapadera para intentar la justificación de las ganancias era la empresa de una de las detenidas. El Clan de los Pikikis, oriundo de Linares —de donde huyó hace un año tras un crimen— y enemigo acérrimo del de los Mallarines, cuenta con un amplio historial por narcotráfico y comportamientos violentos.