“Los primeros alcaldes fueron valientes y dieron un paso muy importante”

E es uno de los alcaldes más veteranos de la política local jiennense y vivió muy de cerca los primeros años de la democracia en Carboneros. Recuerda con cariño a los dos primeros alcaldes que tomaron las riendas de su Ayuntamiento desde 1979 a 1983, personas valientes, que trabajaron por crear un municipio mejor. La radiografía de aquella época, a finales de los años 70, dice Domingo Bonillo, era la misma que otros municipios rurales: calles de tierra, viviendas sin suministros y, especialmente, en este caso, escasez de agua. “Los servicios eran también, prácticamente, nulos. Había médico, siempre ha habido, pero no un centro de salud”, reconoce. Y para conseguir muchos de estos avances, hubo que pelear. “Recuerdo que estos primeros alcaldes, viajaban a Jaén, en la Sepulvedana, eran personas mayores, que no tenían carné de conducir, para verse con el gobernador civil o con Leocadio Marín (presidente de la Diputación), yo fui muchas veces con ellos”, cuenta el responsable municipal. “Cuando me encuentro todavía hoy con Leocadio le gusta recordar a Juan Antonio Alonso, una persona muy dicharachera, que iba siempre a pedir dinero para el pueblo”, explica. Era una política muy diferente, reflexiona, pero siempre con una “muy buena voluntad”. Y dio sus frutos: “Durante la primera década tras la llegada de la democracia, año tras año, se veía la transformación. En los ochenta, se consiguió, por ejemplo, el consultorio y el campo de fútbol”, asegura. La cuestión del agua fue un logro, dice, también de esta década: “Linares aprobó que nos abasteciéramos de El Centenillo. Ya no nos faltó agua de una buena calidad”. Otro de los grandes problemas que se solucionaron, ya en los años 90, recuerda que fue que volviera a existir un colegio en la aldea de La Mesa: “Por aquel entonces había unos 22 o 23 niños ”. Y más tarde, llegaron otros logros, como enumera, el hogar del pensionista, la escuela de adultos, servicios sociales, el pabellón deportivo o su Pósito de Labradores.
“Lo que no ha cambiado es que los alcaldes de los municipios pequeños lo somos 24 horas y para todos”, reconoce, al tiempo que ensalza la labor “importantísima” de los trabajadores sociales en los ayuntamientos pequeños.
Y, en este aniversario de los ayuntamientos democráticos, precisamente, Carboneros quiere homenajear a todos aquellos alcaldes y concejales que han trabajado por su desarrollo. “Organizamos un acto institucional de reconocimiento para marzo”. “Todos los alcaldes son recordados y, especialmente, los primeros, los que dieron un paso tan importante en una época difícil, recién salidos de una dictadura. Dicen que l tiempo borra las cosas, pero no todas”.
Entre sus retos, apunta, está conseguir un tejido industrial que refuerce la economía local: “Estamos en el camino de que nuestro polígono crezca y este año, con el apoyo de la Diputación, se tiene que quedar la circunvalación terminada. Lo piden las empresas de logística que se interesan por nuestra ubicación”.

Lograr que volviera a existir un colegio en la aldea de La Mesa, pedanía de Carboneros, en los años noventa fue, como recuerda el alcalde, una de las grandes luchas y un logro cuando se consiguió. Precisamente, ofrecer servicios públicos para todos los ciudadanos, vivan en donde vivan, es una de las grandes apuestas de la democracia y por la que luchan los ayuntamientos y diputaciones.