Los embalses jiennenses cerrarán el año hidrológico 10 puntos por encima que hace un año

A menos de una semana del cierre del año hidrológico, se puede decir ya que el acumulado de lluvias durante el presente año ha sido positivo, al menos si se compara con el de periodos anteriores. Según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología, el acumulado de precipitaciones en España desde el inicio el año hidrológico –el pasado 1 de octubre y hasta el 24 de septiembre de 2024– es un 5% superior al valor normal correspondiente a dicho periodo. Una cifra halagüeña que se ha visto reflejada en los embalses, y por ende, en los pantanos jiennenses. Sin ir más lejos, a 27 de septiembre de 2024, los embalses de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en la provincia están al 29,59% con 698,796 hectómetros cúbicos de volumen embalsado, dato que se reduce al 19,95% ( 471,082 hectómetros cúbicos) en la misma fecha de hace un año. El 30 de septiembre de 2023, la capacidad era del 19,84%, por lo que, se espera que no haya grandes cambios y los embalses jiennenses terminen el año 10 puntos por encima que hace doce meses.

Aunque el verano ha sido seco en líneas generales, los pantanos lograron alcanzar buenos puntos de volumen embalsado gracias a las lluvias de la primavera. Las precipitaciones de esos primeros meses de 2024 fueron un auténtico bálsamo para los pantanos, haciendo que el calor estival y la sequía no hayan hecho tanto daño como en otros años hidrológicos. Los últimos datos del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) del Guadalquivir cercioran esta realidad. En cuanto a volumen embalsado, el pantano que se encuentra actualmente a la cabeza es el Dañador al 73,68%; aunque este se encontraba en un mejor estado hace justo 365 días, con una capacidad del 82,78%. El listado prosigue con los embalses del Rumblar (59,22%) y del Aguascebas (57,27%). Este último se encuentra en una situación parecida al año anterior (59,26%), mientras que las cifras del Rumblar eran más preocupantes en 2023, ya que se encontraba al 17,69%.

A estos le siguen el Víboras, que al 45,67% presenta una capacidad que duplica la del año pasado (20,53%). El Siles llega al 42,51%, aún muy cerca de la mitad de su capacidad, prácticamente 10 puntos por encima que hace un año (31,91%). El Quiebrajano se encuentra actualmente al 39,11%, situándose hace un año en el 19,94%. El Tranco de Beas, el Bolera y La Fernandina tienen un 32,17%, un 31,88% y un 30,895, respectivamente, mientras que hace doce meses alcanzaban un 22,73%, un 23% y un 28,33%, respectivamente. Por debajo, están el Guadalmena y el Jándula, que mantienen una capacidad del 28,46% y del 26,99%, cifras superiores a las que marcaban hace justo un año: 17,62% y 17,90%, respectivamente. Cierran la lista el Giribaile y el Guadalén, que están al 20,53% y al 20,06%, respectivamente, mientras hace un año ni siquiera superaban el umbral del 20% de capacidad: 15,86% y 15,47%, respectivamente.

Cabe destacar que en el Guadalén se ha producido desde mayo un proceso de desembalse que finalizó el pasado 30 de agosto, según el CHG, para ejecutar unas obras en el mismo que esperan comiencen en el mes de octubre. En tan solo cuatro meses, el pantano de El Condado ha pasado de estar al 86% de su capacidad al 20% que presenta estos últimos días. A pesar de la desmesurada bajada en este último pantano, en general, los pantanos de la provincia presentan una imagen positiva respecto al año pasado. Aún más si cabe para el sector agrario, muy azotado en las últimas campañas por la sequía, que mira hacia la siguiente cosecha con un tono esperanzador.