Los embalses están bastante más secos que el año pasado

El cielo no se porta. Año complicado para los embalses, que no han dejado de menguar. A tan solo unas semanas de que acabe el año, la situación no es “positiva”. Según la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, la cantidad de agua almacenada hasta la jornada de ayer es de 2.936,449 hectómetros cúbicos, lo que se traduce en un 36,18 por ciento de la capacidad total de la cuenca. Unas cifras bastantes más bajas que las registradas el mismo día del pasado año, cuando contaba con más del cincuenta por ciento de su capacidad. En el caso de los embalses de Jaén, todos han bajado con respecto al pasado año. En primer lugar, el del Tranco de Beas pasa de estar por encima del 50 por ciento en 2018 al 39.

La peor parte se la lleva el de Siles, cuya capacidad el 9 de diciembre de 2018 era del 95 por ciento, mientras que en la actualidad se encuentra al 61. Mucho mejor están el de Aguascebas, que baja solo un 1 por ciento y el de Víboras, que pasa del 49 al 47. El resto también han sufrido un notable empeoramiento y se encuentran: el embalse de Guadalmena al 34 por ciento (45 en 2018); el Dañador al 78 (90 el año pasado); El Guadalén está al 28 (35); El Giribaile pasa del 39 al 27 este año; La Fernandina tiene una acumulación del 32, por lo que pierde el catorce por ciento; el Quiebrajano tiene el 43 por ciento (62); el Rumblar se queda en el 40 y baja un quince por ciento, y el Jándula también se ve afectado, está al 27 frente al 49 de 2018.

Con una media de precipitaciones que se situaría en unos 300 litros desde octubre de 2018 hasta el pasado mes de septiembre, según las cifras de la Universidad, el año hidrológico ha sido bastante seco, entorno a un treinta por ciento menos de lo habitual. Una falta de lluvias que se une a un verano caluroso y un otoño que ha descargado agua pocos días y que se traduce en unos embalses mucho más secos que el año pasado. De hecho, el estudio comarcal de octubre de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, determina que la comarca Sierra de Segura se encuentra en sequía severa, junto a otras catorce en Andalucía. Aún así, los embalses mejoran su situación con respecto a finales del mes de noviembre, cuando estaban al 32,58%.