Los ejemplos de una gran familia
Empleados de Alvic destacan el compromiso de la firma con el equipo humano
Comenzó su andadura en Grupo Alvic hace veintiséis años. “Empecé trabajando en la carpintería propiamente dicha y con el tiempo fui evolucionando, la empresa confió en mí y en mis valores, por permitirme desarrollar mi trayectoria profesionalmente”, indica. “Alvic es parte de mi vida, forma parte de mí”.
“He ido creciendo con la empresa”, afirma Montmany, que lleva dieciocho años en Alvic. “Ha sido un reto constante, porque a lo largo de mi carrera hemos progresado constantemente. Gracias a que la empresa evoluciona, ofrece nuevas oportunidades a los trabajadores. “Su bastión es la apuesta por la innovación”, dice.
“Yo pertenecía a un almacén independiente, ‘J. Salguero’, y el Grupo Alvic aprovechó un cambio generacional para adquirirlo, así que todos los empleados pasamos a la plantilla de la empresa”, indica el gerente. “Lo que destacaría de Alvic es su renovación constante y la apuesta por nuevos productos y clientes”, dice.
Es el responsable de los trece almacenes que tiene Alvic en la zona norte de España. “Profesionalmente es un viajar constante y mucho sacrificio, pero me enriquece mucho”, dice. “Estar dieciséis años en la misma empresa para mí es un motivo de satisfacción. Mi familia profesional ha sido y es Grupo Alvic”, afirma.
Nada más y nada menos que vientiún años en Alvic. Sus inicios en la empresa coincidieron con los inicios de los centro Alvic Center. “Somos la distribución para minorista de lo que es el Grupo Alvic”, afirma. “Hemos estado siempre muy al día de todas las novedades y modas, y eso nos ha hecho líderes del sector”.
Lleva solo tres meses en Alvic. Tiene 27 años y es su primer trabajo remunerado. “Es un gran paso para mí, porque tengo la suerte de contar con gente que me ha acogido como una más. Además estoy practicando francés, que es lo que me gusta y he estudiado (es traductora)”, afirma. “Alvic cuenta con un gran equipo”.
Es empresario, pero su trabajo está dedicado casi al 90 por cientos, a prestar servicios a Alvic. “Para mí y para el resto de empresas de La Carolina, y más aún en la situación en la que nos encontramos, Alvic supone el 80 por ciento de todo el trabajo que puede tener el pueblo. Destacaría sus ganas de crecer”.
Trabaja en el departamento de Exportación desde 2011. Afirma que este empleo le ha dado una estabilidad laboral que antes no tenía. “Empecé sola en el departamento y actualmente estamos cuatro. Tanto en lo nivel personal como en lo profesional vivo una situación muy satisfactoria. Alvic me ha aportado mucho”.
Su primer empleo en Faro, la planta de Alvic en La Carolina, fue en recepción, en 2004. Actualmente desempeña su labor en la logística y la atención al cliente. “La empresa me ha permitido crecer, somos una gran familia todos, nos llevamos muy bien, el ambiente que se respira es lo mejor de todo”, concluye.
Es de Tomelloso (Ciudad Real), pero afirma que llegó a Faro por casualidad. Eso fue en 2003. Hoy, doce años después continúa, ahora como jefe de producción de una planta. “No solo ha permitido mi ascenso personal, también la satisfacción de haber confiado en mí. Intentamos dar lo mejor cada día y crear un gran equipo”, dice.
La vida profesional y familiar de Francisco Mesa ha estado ligada al crecimiento de Grupo Alvic en Alcaudete. Desempeña su labor en el área de Atención al cliente. Mucho años de trabajo y sacrificio han pasado desde que comenzó en la empresa, nada más que treinta años. Todo un veterano que, dice, da lo mejor de sí.
Al igual que sus compañeros, Pilar Soriano pone en valor el carácter innovador de la firma, una diferencia que la ha convertido en líder del sector. La alcaudetense, que inició su andadura en Alvic en 2006, en el departamento de Compras, desempeña su labor como administrativa. “Es una gran suerte trabajar aquí”.
“Es el sostén de muchas familias tanto de nuestro pueblo como de fuera de él, diría que para muchas de toda España. Su crecimiento, innovación y compromiso con la plantilla han sido su seña de identidad, y eso nos ha dado mucha confianza, más aún en estos tiempos difíciles”, afirma Consuegra.
Es alcalaína y solo lleva dos años en Alvic. “Cuando llegué me sorprendió el ambiente de trabajo que había y la confianza entre todos los empleados. “Me ha permitido conocer un gran proyecto y a una empresa comprometida”, afirma Cuenca. Dice que su principal reto como trabajadora es crear una empresa segura.
Sus inicios en la empresa se remontan a 1994. “Todos estos años han sido una lucha continua y un aprendizaje increíble. Alvic me ha ofrecido la oportunidad no solo de trabajar, también de evolucionar y aprender. Siempre ha escuchado mis propuestas y nunca ha tenido miedo a afrontar retos tecnológicos”, expresa.