Linaqua reparará el aljibe del barrio linarense de La Malena

Buenas noticias para la Asociación de Vecinos La Malena. Tras una reunión mantenida con el Ayuntamiento, se les comunicó la determinación que se tomará a partir de ahora con respecto al aljibe del vecindario. Tras la asamblea del pasado domingo, recibieron una llamada del concejal para citarlos en el Consistorio. Primero fue el alcalde quien mantuvo una reunión con el presidente de la asociación, Manuel Moral, y, posteriormente, otros miembros de la directiva se encontraron con el concejal encargado del asunto, José Luis Roldán.

Para su satisfacción, se les comunicó que iba a ser la empresa local de aguas, Linaqua, la que se hiciera cargo del mantenimiento y la reparación del aljibe. En un plazo máximo de seis meses, los vecinos dejarán a dicha empresa la gestión de la instalación. Para llevar a cabo la reparación es posible que se tengan que licitar algunas obras, lo que podría dilatar el proceso. El secretario de la asociación, José Luis Camacho, agradeció la “actitud y el trabajo” del concejal, ya que “en poco tiempo” gestionó “una solución a este problema” que llevaban tanto tiempo reclamando los vecinos del barrio.

Termina aquí un problema que se remonta al año 2015. Una instalación de agua que abastece a las 522 viviendas de una barriada donde la mayoría son alquileres sociales. Según apuntaron, al haber varias administraciones involucradas en este asunto, hubo una mayor dificultad con la gestión administrativa, lo que supuso que los escritos enviados al Ayuntamiento de Linares no llegasen al concejal. No obstante, sí hubo contacto telefónico durante este tiempo, por lo que Roldán era conocedor del problema.

La instalación se encuentra obsoleta y se inunda cuando hay lluvias. Además, las bombas y tuberías también se encuentran en mal estado, por lo que es necesario la sustitución de las mismas. Las tuberías son de hierro, material que ya no está permitido para estas canalizaciones por cuestiones de salubridad. Al no tener respuesta este tiempo atrás, fueron los propios vecinos los que tuvieron que hacerse cargo del mantenimiento del aljibe, una situación que no podían mantener más tiempo de no haber llegado a este acuerdo.

No quedaba claro a quién pertenecía la gestión de esta instalación. Por una parte, los vecinos reivindicaban que debía hacerse por Linaqua, como así sucede en aljibes similares de otras urbanizaciones. El suelo es propiedad del Ayuntamiento pero, al parecer, la instalación no lo era, por lo que había un conflicto que no se resolvía. Afortunadamente, el Ayuntamiento dio su brazo a torcer y decidió hacerse cargo de este mantenimiento, por medio de la empresa de aguas, para que los vecinos puedan tener acceso al agua potable sin problemas de averías ni riesgo de posibles inundaciones en el lugar.