“Le quitamos la mucosidad y el bebé pudo volver a respirar”

Vocación de servicio público, incluso más allá del horario laboral. Un agente de la Policía Local adscrito a la Comisaría de Andújar salvó la vida de un bebé de nueve meses. El testimonio del funcionario deja patente su profesionalidad, incluso sin el uniforme puesto. Eran alrededor de las cuatro y veinte de la mañana cuando él y su pareja se percataron de que alguien llamaba con insistencia al timbre. “Como soy presidente de la comunidad, pensé que alguien se había quedado encerrado en el ascensor”, asegura el policía. Al abrir, comprobó que era una vecina, a la que conocía de vista, con un niño pequeño en brazos. Indica que la progenitora estaba alarmada porque su hijo no respiraba y se encontraba semiinconsciente. Ante esto, el policía calmó a la madre, tomó al bebé en sus brazos colocándole hacía el suelo y lo golpeó suavemente su espalda hasta lograr desobstruir las vías respiratorias, recobrando la respiración en el acto al expulsar un tapón de mucosidad causante de la obstrucción, logrando salvarle la vida con dicha maniobra”. Le dimos unos golpes en la espalda y le quitamos la mucosidad, con lo que pudo volver a respirar, aunque tenía mucha dificultad porque estaba bastante asfixiado”, detalla. A continuación se trasladaron los tres juntos en el propio automóvil del agente hasta el hospital iliturgitano, donde esperaban otros familiares del menor. Por ello, decidió regresar a su domicilio. El bebé fue atendido y actualmente se halla en casa y fuera de peligro.

El integrante de la Policía Nacional, con una década de servicio, indica que al pequeño no le quedarán secuelas porque solo estuvo segundos con las vías respiratorias obstruidas. No obstante, tiene un tratamiento para la bronquitis. El hecho de que el progenitor del bebé estuviera hospitalizado cuando tuvo la crisis también dificultó el auxilio en un primer momento, lo que hizo que la madre se alarmara con la situación.

Sobre las ocho y media de la mañana, la madre se puso en contacto con el policía para comunicarle que su hijo había sido dado de alta y que respiraba con normalidad. Al parecer el atragantamiento se había producido debido a un resfriado complicado con una bronquitis. La mujer transmitió su agradecimiento hacia el componente del Cuerpo mediante una emotiva carta.

Para el “ángel de la guarda” es fundamental tener unos conocimientos de primeros auxilios, una circunstancia que ayuda a salvar vidas en muchas situaciones. “Fue todo muy rápido”, relaciona en referencia a la reanimación del bebé. De su experiencia anterior, subraya que ya había atendido a ancianos y a otras personas en situaciones muy complicadas, como cortes en el cuello, aunque era la primera vez que salvaba a un niño. “Los niños llegan más al corazón”, indica.

PRECEDENTE. El pasado mes de junio, dos guardias civiles del puesto de Alcalá la Real, el teniente Francisco Manuel García y el sargento Sergio Aceituno, salvaron la vida a una niña. La madre se personó en el cuartel, situado cerca de la casa en la que vive, con la pequeña, de dos años, en brazos. Primero se pusieron en contacto con los servicios médicos y posteriormente trasladaron a la menor hasta el hospital de alta resolución del municipio.