La Virgen del Rosel se baña de luz durante su traslado

La romería chica que, cada primeros de septiembre, tiene lugar en la pedanía baezana de La Yedra, vuelve a radiar la luz genuina de la Virgen del Rosel. Esta fiesta, bastante más íntima que la que la sucederá el próximo fin de semana, no está exenta de un ambiente alegre y acogedor.

Temprano, en la mañana, algunos romeros marcharon hasta el Santuario de La Yedra para “estrenar” esta jornada. Aunque no fue hasta las doce y media del mediodía que no empezaron los actos oficiales del festejo, que, por cierto, abrió la solemne misa en honor de la Virgen del Rosel. Concretamente, la celebración eucarística se realizó en la explanada del santuario, donde muchos fieles y devotos de la Señora de La Yedra presentaron sus honores, en forma de rezo, a su sagrada Virgen. Poco después del oficio, los romeros pasaron a unos menesteres algo más profanos, pues fue el turno de reunirse, en hermandad, en torno a la mesa. En la caseta “El Cortijo” de La Yedra se organizó la comida campera que disfrutaron numerosos miembros de la Hermandad de la Virgen del Rosel y el Cristo de La Yedra, así como otros participantes en los festejos. Un almuerzo en el que muchos aprovecharon para coger fuerzas para el gran momento que se avecinaba.

Fue sobre las cinco y media, con el sol en plena cúspide, cuando la Virgen del Rosel salió de su santuario para proceder a su traslado hasta la iglesia de San Pablo, de Baeza. Según describió el alcalde pedáneo, Andrés Torres, el recorrido fue “fenomenal”, pues el ambiente festivo y de hermandad reinó en todo el camino. Valoró el esfuerzo que hacen los anderos que portan a la Santísima hasta la ciudad de Baeza. Comentó que, aunque la imagen de la Virgen sea pequeñita, unida a su trono y las andas, se hace más pesada. Así, cientos de personas acompañaron a la Señora de La Yedra en un cortejo donde, además, también se pudieron ver varias decenas de caballistas, algo que es más común de la romería grande, la cual tendrá lugar a finales de esta semana. Para este festejo se espera una mayor afluencia de personas, ya que son unas fiestas tan llamativas que atraen la visita de numerosos vecinos de municipios colindantes e, incluso, de otras provincias.