La solidaridad de Peal de Becerro viaja a Paiporta
Sergio Moreno recupera la ilusión con chuches y pinos de globo

La entrega de todo un pueblo a través de su fiel y querido mensajero. El municipio de Peal de Becerro se entregó con la ayuda hacia los ciudadanos de Paiporta, una de las zonas más devastadas de Valencia como consecuencia de la dana. Lo hizo por medio de Sergio Moreno Ortiz, un vecino muy conocido en este enclave de la comarca del Alto Guadalquivir por su buen corazón. Sus dos piernas amputadas no le privaron de ponerse en marcha hacia la Comunidad Valenciana y prestar su tiempo a una buena causa, como hicieron muchos otros españoles llegados de diversos puntos del país.
“La gente me aprecia mucho y siempre colabora cuando digo que voy a hacer este tipo de cosas”, comentó el pealeño. “Aquí en el pueblo decidimos llevar lo que se podía desde el principio, cuando ocurrió la tragedia, sobre todo ropa y alimentos”, dijo. “Salimos con un convoy de siete vehículos desde Peal de Becerro”, añadió la cara visible de esta iniciativa que, tal y como quiso recalcar, “es de todo el pueblo, ya que todos donan cosas y yo las llevo”.
Sergio Moreno trasladó a Diario JAÉN que ya había hecho “cuatro viajes”, y que ya prepara el quinto, el cual realizará próximamente, cuando los más pequeños de las zonas afectadas tengas las vacaciones de Navidad. “La última vez fue una pasada”, destacó. “Me llevé 100 paquetes de chuches de mi quiosco y también llevé 40 pinos de globo, de un metro y veinte centímetros de alto”, indicó. “Los niños, al igual que las madres, me lo agradecieron dándome abrazos, todos estaban ilusionados”, aseguró en referencia al cuarto trayecto que hizo desde Peal de Becerro hasta Paiporta. “Fue una pasada”, apostilló Sergio.
“Me gustaría hacer hincapié en la ayuda proporcionada por Carol y su familia”, puntualizó en relación a las personas que le proporcionaron un alojamiento durante los días en los que estuvo en la zona afectada por la dana. “Nos dijo que cuando queramos podemos quedarnos allí de nuevo, por eso ahora voy más tranquilo, porque sé que me puedo alojar y, de esa forma, también hacer más globos para el día siguiente”, afirmó. Sin duda, un claro ejemplo de que si se quiere, se puede.