La sequía también pone a prueba el algodón

El pistacho, cultivo alternativo emergente, prevé en la provincia más cosecha que en la pasada campaña

23 oct 2022 / 15:42 H.
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No todo lo que predomina en la provincia es verde. Bien es cierto que el mar de olivos es uno de los puntos más relevantes para la economía jiennense y que son muchos los que viven del aceite de oliva, pero, a su vez, existen otros cultivos, otras formas de ganarse la vida y que, en este caso, son de color blanco. El algodón es otro de los cultivos tradicionales del sector primario jiennense, aunque pierde peso con el paso del tiempo de forma flagrante. Actualmente, se cultuva, sobre todo, en las áreas ribereñas del Guadalquivir —donde antaño lo habitual era que la vista se perdiese entre superficies ocupadas por las plantaciones— , en zonas de Andújar y de La Loma, y en otros lugares como la cuenca del Guadalbullón, en el término de Villatorres y áreas cercanas a esta. Es mayoritariamente una actividad en explotaciones familiares, pequeñas o medianas, sin que haya grandes superficies como ocurre en Sevilla o Cádiz.

Por estas fechas la campaña ya está prácticamente terminada y pasa sus últimos días de recolección. Una que, por lo general, en los últimos años no deja de bajar debido a que cada vez es un cultivo menos utilizado debido a los costes del mismo, unos costes que, precisamente siguen creciendo ante los problemas actuales y sociales, lo cual se agrava ante la previsión de una cosecha no demasiado buena debido a las altas temperaturas y a la sequía que cada vez afecta más a cualquier tipo de cultivos del campo.

El calor de mayo quemó la flor, los pozos se secan, los riegos autorizados se restringen y los costes de producción se encarecen. Todo esto contribuye a esa caída vertiginosa de la producción. El suministro mundial de algodón sigue en caída libre, afectado por la sequía y el calor en los países proveedores. Andalucía, donde se produce el 90% de esta fibra de todo el país, también se está viendo afectada. Esta campaña han repuntado los precios pero las expectativas de los agricultores se desinflan. La falta de agua provoca que la producción sea bastante menor de lo previsto.

Aun así no todos los datos son, aparentemente, malos, puesto que, por primera vez en muchos años, se prevé también que crezca de forma exponencial el precio del algodón, que repunta. Además de la intensa sequía, otro problema proviene de Estados Unidos, el mayor exportador de esta materia, que provocó que se pierda casi la mitad de la producción. Los algodoneros andaluces creían que esta situación los beneficiaría durante esta campaña ya que son los siguientes con mayor producción, lo que hacía pensar que se podría competir en otros mercados, pero la falta de agua está limitando esas expectativas. Sevilla seguida de Cádiz es la provincia donde más hectáreas se cultivan.

<i>Un agricultor con su cosechadora. / Archivo Diario JAÉN.</i>
Un agricultor con su cosechadora. / Archivo Diario JAÉN.

Precisamente es en la provincia donde la situación es peor. Las restricciones del agua para riego en la Vega Baja del Guadalquivir, ha sido del 80%. Una hectárea de algodón necesita 4.000 o 5.000 metros cúbicos de agua. Esta campaña han tenido tan solo 1.000. Sin embargo, el comienzo de la recolección viene de septiembre, mes en el que, junto a ello, se debe de regar el cultivo, algo que no ha podido hacerse con toda la fuerza y eficacia necesaria con lo que se prevé también que el peso y y la calidad de la fibra del algodón sea algo peor y más baja que en años y ocasiones anteriores, lo que, evidentemente, también debe de repercutir en los precios y en esa posible subida que ahora se antoja algo más complicada para todos los productores, que ponían esa opción como posible solución para albergar mejoras en el campo.

La situación afecta especialmente a Andalucía Occidental y también a zonas como Andújar, donde además ha habido una plaga y muchos gricultores han tenido verdaderos problemas para poder entrar en la fase de recolección, con lo que deja en claro que este cultivo tiene cada vez más problemas para lograr ser beneficioso. Entre las amenazas más evidentes, la principal es la disponibilidad de agua, puesto que la sequía ha terminado por agravar desde hace algunos años, y actualmente más todavía, la fuerza de este cultivo dentro de la provincia, decreciendo su poder y lugar por otros más rentables. Los pantanos están en niveles excesivamente bajos —algo que se ha mantenido a lo largo de todo el ciclo productivo—. Por ello, ante la incertidumbre y la escasa dotación de agua, muchos algodoneros optaron, directamente, por no sembrar ante las opciones de que la cosecha de la temporada saliese mucho más baja de lo que podría ser.

Por si todo esto fuera poco, la sequía ha hecho que la temporada de recolección se haya adelantado un poco, lo que provoca una merma en la producción, puesto que no ha tenido el tiempo adecuado y que se necesita para recoger el mayor fruto posible. Así las cosas, justo en un año en el que a nivel de precios se podía esperar cierta mejora, lo que ahora falla es el propio cultivo con motivo de los problemas de las altas temperaturas y del agua. Esto es algo que, además, sucede en el resto de Andalucía y priovoca la baja campaña de este año, dejando a los agricultores bastante tocados en cuanto a sus espectativas.

Ante este escenario incierto de subida de los precios, la sequía que estropea y reduce las cosechas y tendencias confusas para los agricultores en lo que respecta al apoyo de este cultivo, es más importante que nunca reducir los costes referente a la producción del producto, haciendo lo más eficiente posible la fertilización y la siembra del mismo. Estos motivos de incertidumbre, cambio y tendencias que no están del todo claras, hacen que los agricultores y las empresas dedicadas a este cultivo busquen novedades y nuevas herramientas para llevar a cabo el trabajo y que el rendimiento del mismo sea lo más satisfactorio posible, llegando a crecer todo lo posible en el caso de que se pueda conseguir.

Por ello, cada vez destacan nuevos proyectos de I+D que tienen por objetivo lograr semillas mucho más fuertes y adecuadas que permitan que el cultivo de más ganancias que perdidas puesto que, de lo contrario, y si la situación decrece, la cosecha pasará a no ser rentable o dar más quebraderos de cabeza.

De hecho, en los últimos años ls hectáreas de algodón que existen en la provincia van decreciendo ante agricultores que ven que es un producto que no genera tantas alegrías como otros alternativos que crecen a lo largo de los años y que dejan mejor opciones en la provincia. Mientras, otros sí que apuestan claramente por este producto y renuevan su esfuerzo en ellos para que crezca y mejore lo máximo posible con el paso del tiempo. Las explotaciones algodoneras han vivido un continuo proceso de modernización y optimización. Los agricultores jiennenses no se han quedado atrás y con su esfuerzo inversor están al día en cuanto a maquinaria. Respecto al sistema de riego, aunque predomina el denominado por su pie, a manta o por inundación, en puntos muy concretos se ha instaurado el uso del goteo que permite aprovechar al máximo los recursos hídricos disponibles, cada vez más escasos. Acabada prácticamente la temporada y hechas las cuentas, en ocasiones nada rentables, los algodoneros jiennenses esperan que, esta temporada cierre con mejor pronósticos.

<i>Recogida del pistacho esta campaña en Navas de San Juan. / Appistaco.</i>
Recogida del pistacho esta campaña en Navas de San Juan. / Appistaco.

Pistacho: El cultivo que obra el milagro

El algodón no es el único cultivo que durante estos meses es relevante para la provincia. Junto al aceite, otros como el pistacho cogen fuerza y ganan cada vez más espacio en la provincia, y aunque también ha experimentado las consecuencias de la sequía, está dando la sorpresa en Jaén. Este cultivo, emergente, gana fuerza por la provincia y demuestra que es uno de los cultivos que más alegrías logra dar en los últimos meses. El desarrollo del cultivo del pistacho en la provincia de Jaén cuenta con una superficie que alcanza ya las mil hectáreas y una cosecha de 700.000 kilos. “La apertura de esta nave supone la consolidación de un potente proyecto impulsado de cara a la diversificación agrícola de la provincia. En este caso en torno al pistacho, como cultivo alternativo al olivar. En nuestra provincia tenemos muy buenas condiciones para ello, y así lo han sabido ver los agricultores que forman Appistaco”, señaló entonces Francisco Reyes, presidente de la Diputación Provincial de Jaén, cuando se inauguró la planta de pistacho que se ubica en Navas de San Juan hace un poco más de un año. apoyada por la Administración provincial. Desde entonces, el cultivo crece y gana presencia dentro de la provincia. El pistacho ocupa actualmente cerca de 1.000 hectáreas de superficie en la provincia jiennense y la campaña pasada rondó las 70 toneladas, 55 de ellas recogidas en el referido centro ubicado en esta localidad de El Condado. Este año ha sido especialmente mejor puesto que se espera una cosecha que superará las 100 toneladas, con lo que se encuentra en una situación bastante positiva a pesar de que los problemas de agua y de la sequía también le afectan como al resto de cultivos existentes.

Es por ello que, durante la campaña máxima de recogida, la delegada territorial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta en Jaén, Soledad Aranda, destaca la firme apuesta de la Junta por la recolección del pistacho en la provincia “como cultivo emergente” y la profesionalización del sector “como ejemplo de trabajo para llegar con este producto hasta los mercados más exigentes”. Aranda ha subrayado “el magnífico trabajo que están haciendo los agricultores con un cultivo que está creando empleo y riqueza en muchos municipios y que está demostrando su notable profesionalización, lo que está permitiendo llegar a los mercados más exigentes”. Al hilo, recordó que Appistaco ha llevado a cabo mejoras en su central financiadas por un incentivo de Agricultura de 277.524 euros, que se enmarcan en la línea de Apoyo a Inversiones Materiales e Inmateriales en transformación, comercialización o desarrollo de nuevos productos agrícolas en el sector agroalimentario.

Además, prevé poder acogerse a la próxima convocatoria de estas ayudas de la Junta para acometer una nueva fase: la de instalar una línea de envasado. Un paso también crucial para completar esta planta, en la que entrará el producto del campo y saldrá listo para su comercialización. Se mostró confiada en “el prometedor futuro” de este cultivo en la provincia, puesto que “cuenta con la garantía del buen hacer de los agricultores y de la proyección de crecimiento, ya que muchos árboles son jóvenes, y por tanto en unos años puede conseguirse una producción mucho más elevada”.

Aranda ha insistido en que la Junta va a continuar al lado del sector, un cultivo vital para seguir diversificando el campo, que ya está muy asentado en la provincia, que reúne las condiciones óptimas para obtener un fruto de calidad. “Un referente, por tanto, que tiene mucho que decir en el buen tratamiento de un fruto seco en expansión, con excelentes propiedades nutricionales y beneficios para la salud, con muy variados usos en gastronomía, incluida la alta cocina”, concluyó durante su visita.

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