La Purísima colma de alegría y devoción las calles de Santiago de la Espada

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Mucho más que encierros y diversión. Para las fiestas del mayor núcleo de Santiago-Pontones, la imagen de su patrona, La Purísima, volvió a recorrer las principales calles del enclave, que se llenaron de la alegría y devoción de todos sus fieles. El repique de campanas de la parroquia de Santiago Apóstol anunciaba el comienzo de la procesión, momento en el que los devotos se agolpaban a las puertas de la iglesia para acompañar a la imagen en su recorrido. Decenas de mujeres vestidas con mantilla blanca, símbolo de alegría, escoltaron a la patrona durante el trayecto.

El acompañamiento musical correspondió a la banda porteña Los Pizarrines, quienes, una vez más, volvieron a demostrar su gran capacidad para alegrar unas jornadas tan entrañables en la Sierra de Segura. Los vecinos del núcleo santiagueño no dejaron sola a La Purísima ni un solo momento. A su paso por las calles, ataviadas con sus mejores galas para la ocasión, los devotos colmaron de vítores y muestras de respeto a la patrona. Además, ofrecieron un espectáculo de bailes tradicionales.

“Para mí hoy es el día de las Marías y es un día muy especial para toda mi familia porque mi casi todas en casa se llaman así. Es algo muy especial para nosotras. Mi madre se llamaba María y mi hija también se llama María. Tenemos mucha devoción a la Virgen y, la verdad, disfrutamos de las fiestas en su honor”, aseguraron Raquel Sola y Yolanda Rodríguez. Para Federico Martínez, la Virgen es la “insignia del pueblo”, la patrona de Santiago de la Espada de la que “todo santiagueño se siente orgulloso”. “El día de la Virgen es muy grande para el pueblo. La gente joven se va al campo a celebrarlo, pero nosotros lo hacemos de otra forma, más íntima”, apostilló Santiago Marín. A Antonia García le gustan mucho las fiestas, pero, especialmente, las de la Virgen: “Es espectacular, los bailes que hacen y todo, en general. Me ha encantado”.