La moción de censura devuelve la Alcaldía al PP en La Guardia

La Guardia Civil escolta a Juan Morillo y Manuel de Castro ante las protestas vecinales

03 jun 2020 / 12:23 H.
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En la calle no se cruzaron en ningún momento. En la sala de actos del Colegio Público Real Mentesa, que hace dos semanas se convirtió en un salón de plenos “ad hoc” durante el estado de alarma, se lo volvieron a decir todo a la cara. Juan Morillo (PP) recuperó ayer el bastón de mando de La Guardia tras aprobarse la moción de censura presentada contra el hasta ayer regidor guardeño, el socialista Juan Jesús Torres. Menos de un año ha durado su andadura en la Alcaldía —Morillo le puso el epíteto de “El Breve”—, a la que llegó gracias al acuerdo alcanzado con el edil electo de Cs, Manuel Carlos de Castro, el 14 de junio de 2019, el mismo que ahora ha sido clave en este cambio de rumbo al presentar, junto al PP, la moción de censura. Fue hace dos semanas, el pasado 19 de mayo, el mismo día que su partido le suspendió cautelarmente de militancia.

Durante estos quince días de exequias socialistas, el fuego cruzado de acusaciones ha sido constante, y esa atmósfera se convirtió en caldo de cultivo de la tensión vivida a las puertas del mencionado salón de actos. Cerca de un centenar de personas se concentró allí al grito de “no queremos corruptos ni ladrones”. Entre los vecinos se encontraban militantes locales de Cs, que protestaron a ritmo de cacerolada y desplegaron una pancarta con un mensaje dirigido a De Castro: “No nos representas. ¡Dimite!”

<i>Militantes de Cs protestan contra la moción de censura con una pancarta y una cacerolada (Manu Ibáñez).</i>
Militantes de Cs protestan contra la moción de censura con una pancarta y una cacerolada (Manu Ibáñez).

La ira jupiterina de algunos de estos manifestantes se desató cuando llegó Morillo, que acudió al pleno acompañado de parte de la cúpula del PP provincial, como el presidente popular jiennense, Juan Diego Requena, y el portavoz del partido en la Diputación, Miguel Contreras. Cerca de diez agentes de la Usecic de la Guardia Civil contuvieron a los vecinos. Mientras, aparentemente tranquilo, Torres aguardaba cerca de la entrada del salón de actos el momento de acceder al mismo. El socialista también estuvo arropado por representantes de su partido como el secretario de Organización del PSOE de Jaén, Jacinto Viedma, y el senador José Latorre. Por parte de Cs, su secretario de Organización en Jaén, Sebastián Sola, estuvo en La Guardia junto a la militancia.

<i>Juan Diego Requena y Miguel Contreras acompañan a Juan Morillo antes del pleno (Manu Ibáñez).</i>
Juan Diego Requena y Miguel Contreras acompañan a Juan Morillo antes del pleno (Manu Ibáñez).

No hubo, como antes se apuntaba, plot-twist en esta historia de muerte anunciada socialista, cuyo desenlace tuvo lugar casi en la intimidad. Las medidas de seguridad decretadas por Sanidad para combatir la covid-19 hicieron imposible que público y prensa presenciaran “in situ” el debate. Sí que pudo seguirse en directo en los canales digitales del Ayuntamiento y los de Diario JAÉN, que también mostró todo cuanto aconteció en las inmediaciones del centro.

El desarrollo del pleno fue sencillo: tras constituirse la mesa de edad, formada por De Castro y José Miguel Jiménez, del PP, el primero dio lectura a la moción de censura, cuyo contenido ya era de sobra conocido. “El pacto de Gobierno se fundamentaba en la premisa de dar un nuevo aire al Gobierno municipal. Transcurrido un año, no se han puesto en marcha los proyectos que se definen en el pacto”, señaló el concejal. Sobre el acuerdo alcanzado entre él y el PP, aseguró: “Nace de unir a quienes el pasado mayo de 2019 obtuvieron la victoria en las urnas —los populares fueron, efectivamente, los más votados a pesar de lograr el mismo número de concejales que el PSOE— y una formación como Cs que ha dado una oportunidad a quienes prometieron mucho pero no han hecho nada”.

Tras ello, la acostumbrada cortesía de las sesiones plenarias no tardó en disiparse y dar paso a un tono que en ocasiones rozó lo tabernario. Torres negó haber ninguneado a De Castro y defendió su gestión al frente del Ayuntamiento. Las palabras más duras del socialista, que aseguró que se iba de la Alcaldía “con la cabeza alta”, fueron para Morillo: “Aquí os dejo a todos los concejales del equipo de Gobierno adorando a un dictador que avasalla a su pueblo”. Morillo, por su parte, se defendió de las acusaciones de presunta malversación — “decir una verdad a medias es la peor de las mentiras”, manifestó— y acusó a Torres de “convertir su despacho en el del comisario Villarejo”, en referencia a las grabaciones aportadas por el socialista como pruebas en la denuncia contra el popular.

<i>Manuel Carlos de Castro entrega el bastón de mando a Juan Morillo.</i>
Manuel Carlos de Castro entrega el bastón de mando a Juan Morillo.

A la salida del pleno, los manifestantes, que aguantaron en la calle las casi dos horas que duró la sesión, dedicaron aplausos a los socialistas e insultos a los populares y De Castro. Este se alejó de la zona al socaire de los representantes provinciales del PP y del propio Morillo, que recibieron varios huevazos. La Guardia Civil los escoltó hasta que dejaron atrás la Plaza de San Pedro, donde otro grupo de agentes de la Benemérita cortó el paso a unos vecinos que no dejaron de increpar a Morillo y De Castro, los principales autores de este capítulo histórico en la vida política de La Guardia.

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