La magia del entorno natural

Cerca de 60.000 personas al año completan la ruta del Río Borosa, repleta de encanto

01 ago 2019 / 11:34 H.

Al hablar de la ruta del Río Borosa lo hacemos de uno de los mayores atractivos turísticos de la provincia de Jaén. Lo confirma, además de su inconfundible atractivo natural, las cifras, que no dan lugar a fallo alguno: al año, se estima que cerca de 60.000 personas las que visitan la zona, lo que la convierte en una de las rutas más transitadas, que, además, acoge el célebre Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, el más grande de España y el segundo de toda Europa, sólo superado en este sentido por la Selva Negra alemana.

La ruta nos invita a remontar el cauce del río Borosa a través de un recorrido que no entraña dificultad alguna para el senderista novato. Se trata de la ruta del agua, esto es, de los paisajes acuáticos y ribereños, de la vida que prospera en ello y de las actividades humanas surgidas al amparo del agua. En definitiva, emprender el camino planteado en su itinerario supone una oportunidad única de sumergirse en un hechizo de hermosura, el que formula el Río Blanco de la sierra.

Aparte de los característicos e impresionantes paisajes que pueden disfrutarse a lo largo del sendero del río Borosa, hay muchos otros aspectos que, de seguro, el público general no conoce, pero que, sin embargo, destacan por su gran importancia ambiental y belleza. Se trata de su flora rupícula —las plantas que viven en las rocas—, que se pueden observar en La Cerrada de Elías, sobre todo; su fauna acuíola, de la que destacan la trucha común y el cangrejo de río, y su geología, tan presente en el paisaje y, en general, tan poco conocida. Con respecto a este último encanto, a lo largo de la ruta, el senderista podrá disfrutar del Puente de los Caracolillos y el Arroyo del Sinclinal, entre otros elementos.

Como atractivo añadido, muy próximo al sendero, en plena zona de reserva —o Zona A del parque natural—, se encuentra el conocido como “Perímetro Experimental de Guadahornillos”, un área diferenciada por su elevado interés para el estudio científico, tanto el básico como el orientado hacia un mejor conocimiento y manejo de los recursos del parque natural.

En esta zona sin par podemos encontrar bosques endémicos de pinos negros, bosques de ribera y áreas con una elevada presencia de flora endémica y amenazada, como formaciones de bonales, con algunas de las poblaciones más extensas de especies como el Narcissus Longispathus, así como otras zonas en la que se llevan a cabo labores de conservación con cercados de protección de flora. Además, se trata de un área de gran importancia para las aves rapaces amenazadas, en particular, el quebrantahuesos.

Cerrada de Elías
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Una de las partes más interesantes de todo el recorrido. Unas pasarelas de madera enmarcadas en paredes roca que permiten circular sobre el río. A su término se halla una fuente de culantrillo de pozo.

Salto de Los Órganos
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A lo largo de la ruta podemos encontrar diversas cascadas y saltos de agua, reservados para los senderistas más aventureros. Uno de estos es el llamado Salto de Los Órganos, precedido de una cueva.

Laguna Aguas Negras
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Después de los primeros 10 kilómetros de recorrido, una vez atravesados varios túneles, podemos disfrutar de la Laguna de Aguas Negras, un rincón de belleza sin igual, muy cerca del nacimiento del río.