La madrugada más estrellada bajo el cielo de Sierra Morena

Dormía Sierra Morena y se escuchó una campana. Un resplandor de plata llenó de brillo la noche y comenzaron a llover luceros y estrellas que vistieron su Imagen Sagrada”. Con esta poética invitación abría la Cofradía Matriz el 792 aniversario de la Aparición de la Virgen de la Cabeza. Un año más, el poblado del Cerro se volvió a llenar del fervor de miles de devotos para conmemorar aquella madrugada de 12 de agosto de 1227 cuando en la cumbre de Sierra Morena, “bañada de estrellas y plata”, se le presentó al pastor de Colomera Juan de Rivas. Más de 60 cofradías filiares llegadas desde todos los puntos del país se presentaron ante la patrona de la Diócesis en esta especial velada. Fue el vicario general, Francisco Juan Martínez Rojas, quien presidió la celebración bajo la noche estrellada de Sierra Morena.

Para esta ocasión, la Camarera de la Virgen, la hermana mayor de la Cofradía Matriz Isabel Barrios Hernández vistió a la sagrada imagen con un terno completo de manto, mantolín y saya estrenado en la pasada fiesta de la Inmaculada Concepción, donado en cumplimiento de una promesa de Josefa Expósito Cuevas en su nombre y el de su familia. El manto, como explica la Matriz, está bordado en plata sobre otomán plateado de color azul purísima, donde en el centro aparece el escudo de la Cofradía Matriz con los lazos heráldicos a su alrededor y debajo una cartela sostenida por un querubín que aloja el lema de la corporación: “De Andújar en Hermandad eres Vida, Fe y Esperanza”. La corona que lució la Virgen es de los años 40 y el rostrillo elegido para enmarcar su cara, pertenece a la antigua que desapareció en la Guerra Civil. Desde la Fiesta de la Aparición de 2001 no las había llevado en procesión y la última vez que las llevó en la Romería fue en la de 1960.