La llegada de la “permacultura” a Frailes, más cerca de lograrse

Luz verde oficial al proyecto de agricultura sostenible de Antonio Romero

14 mar 2020 / 10:47 H.
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Paso adelante para la llegada de la permacultura, el proyecto de agricultura sostenible de Antonio Romero, al término municipal de Frailes. El Ayuntamiento frailero hizo oficial ayer, a través del Boletín Oficial de la Provincia (BOP), la aprobación de la iniciativa de este hombre nacido en Frailes pero residente en Granada, donde la filosofía de la permacultura está más que extendida. Ahora, después de empaparse de la misma manteniendo contacto con la red de ecoaldeas de Andalucía y movimientos como Granada en Transición, Romero busca que su terruño, en primera instancia, se beneficie de esos conocimientos. El reto, “dotar de herramientas técnicas el mundo agrícola para que la producción de alimentos se aleje del mundo industrial y químico actual y pase a otra forma de producción, integrada con la ganadería, sin necesidad de acudir a lo químico”, según explica el propio frailero.

Este anuncio llega meses después de que Romero presentara el proyecto de actuación en el Ayuntamiento de Frailes, que, a su vez, remitió el mismo a la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio. El centro de permacultura se ubicará en unas tierras que esta persona heredó de sus padres, por lo que era necesario cambiar el uso de la nave que se halla en el terreno de agrícola a centro de formación. Con el visto de bueno de la Junta y el Ayuntamiento en el bolsillo, Romero trabaja ahora con un arquitecto para presentar a los técnicos municipales un proyecto de ejecución. “La cosa va muy lenta”, lamenta el impulsor de la idea, que explica que lleva ya dos años trabajando en la misma. Por su parte, la alcaldesa de Frailes, Encarnación Castro, asegura que el apoyo municipal está asegurado: “Desde el principio hemos tratado de ofrecerle todo lo que estaba en nuestras manos para que el proyecto salga adelante”.

La nave que Romero pretende adecuar se halla en una parcela de unos 5.000 metros cuadrados en el paraje Sotorredondo, cercano al nacimiento del río Velillos. La idea es que en el inmueble se impartan talleres sobre la construcción de inodoros secos —esto es, que no necesitan agua— y el aprovechamiento de energías renovables, como la solar. Además, el espacio contará con un sistema natural de filtrado de aguas residuales, una sala de germinación y un taller. A ello se sumaría un olivar sostenible y un bosque de alimentos, ambos en sendas parcelas que también se encuentran en el término municipal frailero. De todo ello, Romero comenta que, a través de becas del Ministerio de Educación, alumnos universitarios podrán estudiar “in situ” la actividad del centro para que esta clase de prácticas siguieran extendiéndose por el territorio nacional.

Otro de las tareas pendientes es determinar qué forma jurídica se dará al centro para que comience a funcionar, si cooperativa de trabajo social u oenegé. En cualquier caso, conseguirlo que eche a andar no será fácil, tal y como explica el propio Romero, que está invirtiendo todos sus ahorros en lograr su sueño: “No sé si en algún momento las administraciones ofrecerán alguna ayuda económica. Si los políticos dicen la verdad cuando hablan de su apoyo a la sostenibilidad, este proyecto irá sobre ruedas. Espero que todo mi esfuerzo sirva para algo”, indica

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