La lista de linces atropellados en Jaén vuelve a ampliarse

Se registra la muerte de una hembra procedente de Ciudad Real en Pegalajar

20 dic 2017 / 09:12 H.

Las carreteras vuelven a teñirse de rojo con el atropello de otro lince en las proximidades del municipio de Pegalajar. Fue en la A-44 donde se encontró el cadáver de este felino, el cual eleva ya a 18 los animales de esta especie que perdieron la vida en las vías andaluzas en 2017.

Fue una hembra de lince, procedente de Ciudad Real, la que encontró este fatídico final en el kilómetro 51 de la A-44, a la altura de plagara, según detalla Iberlince. El cuerpo del animal se trasladó al Centro de Análisis y Diagnóstico de la Fauna Silvestre de la Junta de Andalucía (CAD), donde se le practicará la necropsia. Andalucía vive, así, un año donde esta especie sufrió muchas pérdidas. El caso anterior se registró en la carretera que une la Dehesa de Abajo y la Venta del Cruce, en el término municipal de La Puebla del Río (Sevilla). Previamente, se dio otro a principios de mes en el municipio de Cardeña, en la provincia de Córdoba.

Sin embargo, la provincia de Jaén es uno de los lugares que ha visto más muertes de esta especie. El más reciente se produjo en el punto kilométrico 304.900 de la carretera A-4, dentro del término municipal de Andújar, donde también se vivió otro atropello de lince. Las vías que conducen a Marmolejo también se encuentran dentro de esta lista, así como Mancha Real, que registró otra muerte de esta especie en la A-316. Otro caso previo en la provincia se conoció a principios de octubre, cuando trascendió que un cachorro fue encontrado muerto después de que fuera arrollado por un tren a su paso por el término del municipio jiennense de Vilches. Asimismo, otro lince fue encontrado sin vida en la autovía A-4, en el tramo comprendido entre Andújar y Bailén, tratándose de un cachorro hembra sin radiomarcar.

Por otras causas, a mediados de octubre, técnicos de la Junta detectaron los cadáveres de una lince hembra radiomarcada y dos cachorros en una balsa de riego en el término municipal de Vilches. Una vez practicada la necropsia, según los datos de Iberlince, el resultado fue que las muertes se produjeron por ahogamiento o agotamiento por imposibilidad de salir de la balsa de agua. Aunque en las pruebas radiológicas de la hembra se advirtió la presencia de 4 proyectiles plomados, aunque los plomos localizados no se relacionaron con su muerte.

Además, la provincia también registró muertes de linces causadas por armas de fuego. Durante este año murieron por disparos, en octubre, dos ejemplares más. El primero fue dentro del término de Villanueva de la Reina y el último se trató de un cachorro macho sin identificar de lince ibérico, nacido en el presente año 2017, y procedente de la población silvestre de Sierra Morena, del núcleo de Guarrizas, que apareció en la A-301, también en el término municipal de Vilches. Fuera de la provincia, el lunes pasado registró otro atropello de lince entre Villafranca de los Barros y Palomas (Extremadura). Se trataba de un macho procedente del Centro de Cría de Acebuche liberado en el 2017.

Estos funestos finales se deben a que, con seguridad, 2017 cerrará con un censo superior a los 500 ejemplares de linces ibéricos. Un aumento que provoca que estos felinos salgan de su territorio originario para buscar otros lugares de caza en los que asentarse.