La fe a la Virgen de Alharilla
se refuerza pese a la desolación

La espera a que llegue el segundo domingo de mayo es muy larga en Porcuna, así como en Arjona, Arjonilla, Escañuela y Lopera para mostrar la devoción a la Virgen de Alharilla. Pero para este 2020 esa cuenta atrás no mostraba alegría, sino todo lo contrario a causa de todas las víctimas que ha dejado a su paso la terrorífica pandemia del coronavirus.

Hacia las 12:00 horas, la explanada en la que se halla el santuario de la Virgen de Alharilla tenía un aspecto desolador, con la única presencia de agentes de la Policía Local y la Guardia Civil en una mañana, además, marcada por una lluvia intermitente. El santuario lucía durante la eucaristía una imagen sobria pero llena de recogimiento espiritual, con la única presencia de varios los hermanos mayores, Francisco José Toribio y Dolores Quero, su presidente, Francisco Chiachio, la vicepresidenta, María del Pìlar Salas y el pregonero de este año, Antonio Luis Hueso, así como del alcalde del municipio, Miguel Moreno. Las ofrendas florales de devotos y fieles hacia María Santísima copaban el altar, así como los enseres de la Cofradía Matriz. Pero ese sabor amargo que se respiró en la aldea porcunense, se convirtió en devoción y sentimiento. Los balcones de las calles de Porcuna lucieron banderas de España, Andalucía, colgaduras con la imagen de su patrona, así como crespones negros en recuerdo de los fallecidos por la pandemia. También habían tiras de banderitas colgadas que cruzaban las vías del municipio. Los devotos y vecinos del municipio porcunense demostraron el sentimiento hacia la Virgen. Un gran ejemplo de que la fe supera cualquier adversidad, por dura y trágica que sea, y una muestra de unión y comunidad de todos los habitantes.

Pero además de eso, en las casas se podía respirar ambiente de romería. Las familias reunidas en torno a la mesa para celebrar esta jornada que, pese a la suspensión de la procesión, siempre será recordada. Por la tarde, ya con los rayos del sol tras una mañana gris, las campanas de toda la localidad repicaron a las 17:00 horas para recordar la hora en la que la Virgen de Alharilla comienza su procesión. También se lanzó una traca de cohetes como culmen de la jornada.

Fue un día único, lleno de recogimiento y de emociones como pudo reconocer el propio hermano mayor a este periódico: “Tengo caballos y hoy (por ayer) es el día en el que te levantas para limpiarlos y prepáralos para esta jornada especial”, apuntó Toribio, quien tendrá la oportunidad de disfrutar la próxima romería de 2021 como hermano mayor. Una cuenta atrás que ya se ha activado.