“La familia es muy querida, el pueblo está consternado”

Mónica estaba muy feliz, acababa de cambiar de trabajo y, aunque había rumores de que estaba en trámites de separación, se la veía alegre cuando estuvo en el pueblo”. Así recuerda Isabel Morales a Mónica Lorite, asesinada presuntamente por su pareja en Espluques de Llobregat, en Barcelona, junto con su hija, Ciara, de tres años. Morales es amiga de la familia y vecina de Villardompardo, donde sienten una profunda consternación tras conocer la terrible noticia. Los padres de Mónica eran de Villardompardo y se mudaron a Barcelona para estar más cerca de su hija. Aunque actualmente solo reside en el pueblo un tío abuelo, las visitas de Pepe y Nati eran habituales pues tienen una casa en el municipio, cerca de la piscina, en la que veraneaban con su hija Mónica y su nieta, Ciara.

“Era una niña muy graciosa, con mucho arte, mucho salero”, cuenta Isabel Morales, y añade: “Cuando estuvieron en el pueblo este verano nos fuimos al mercadillo de Torredonjimeno y le decía en broma a su abuela que le comprara esto o aquello, era una familia muy divertida, lo que les ha pasado es una tragedia”. Por asuntos laborales Mónica tuvo que quedarse más tiempo en Espluques de Llobregat y solo bajaron los abuelos con la niña, después se les unió ella y su pareja. “Aparentaban estar bien, pero claro, eso luego no se sabe, lo que sí es verdad es que tenía una actitud rara con ella, pero nunca piensas que podría acabar así”, comenta una de las vecinas que se sumó a la concentración que organizó el Ayuntamiento de Villardompardo.

Francisco López, alcalde del municipio, dio las condolencias a toda la familia en nombre del pueblo “que también es suyo”. Son dos los días de luto decretados, con la bandera municipal a media asta con crespón negro. “Era una familia muy querida, por eso es tan doloroso tener que afrontar estas dos muertes”, apunta el alcalde, que confirma que habló con el padre de Mónica por teléfono para trasladar el pésame de todo el pueblo. “Están destrozados”.

María José de la Torre Ávales, coordinadora del Instituto andaluz de la Mujer, condenó el crimen que todavía se está investigando y que el Gobierno confirma como el primer asesinato machista de este 2020. En solidaridad con la familia de Mónica y su hija, un centenar de vecinos se concentraron frente al Ayuntamiento, con ojos rojos y llanto contenido en un minuto de silencio que luego se llenó de abrazos y palabras de cariño y apoyo. Josefina Perea recuerda a la familia Lorite y cómo al padre de Mónica se le conocía en el pueblo como “El Junior” por su parecido con el cantante. María Aurora Gay, también vecina y amiga de la familia, no puede dejar de pensar en la pequeña Ciara, de 3 años. “Venían todos los años e iba a la piscina, a jugar con los otros niños, pasándolo en grande; qué lástima, las vamos a echar de menos”.