La expresión de fe más absoluta hacia San Pedro

Era un día especial en Frailes. La pandemia había impedido la celebración de la verbena y la procesión en honor a su patrón, San Pedro. Aunque la devoción hacia el edificador de la Iglesia cristiana va más allá de cualquier manifestación más folclórica o cultural. La fe es la expresión más fuerte de la religión cristiana y durante esta pandemia se ha podido comprobar en numerosos pueblos jiennenses. Frailes, además, fue uno de esos municipios que tuvieron un sabor especial.

La iglesia presentó una decoración especial con numerosas flores blancas, que iluminan la esperanza ante un futuro incierto. Decenas de personas acudieron al principal templo del municipio para asistir a una eucaristía en honor a San Pedro muy especial. Tradicionalmente, la misa en honor al patrón frailero se celebra en el entorno de las Eras del Mecedero, donde se encuentra la ermita. “Pero este año ha sido San Pedro quien se ha desplazado a la parroquia para este día”, asegura la alcaldesa, Encarnación Castro. La celebración pascual, oficiada por el párroco Miguel Ángel Soto, tuvo como hilo conductor la vida de San Pedro. En el Evangelio se abordó la fe cristiana, sobre cómo Jesús anima a sus discípulos a procesar la fe en su persona y cómo Pedro es el primero de los doce apóstoles en seguir dicha fe, de ahí que Jesús le asigne la responsabilidad de edificar la iglesia sobre una piedra: “Nosotros también debemos, como Pedro, proclamar nuestra fe y, como Pablo, testimoniarla desde la alegría y la esperanza de la Resurrección de Cristo”, señala el sacerdote de Frailes durante su homilía.

Miguel Ángel Soto hizo hincapié en el esfuerzo por mantener estas celebraciones en épocas de pandemia para acudir a Dios y pedir por la salud de cada uno de nosotros, los seres queridos y toda la población, en general.

Al término de la celebración eucarística, los fieles que acudieron al templo brindaron un emotivo aplauso al patrón de Frailes y, al igual que sucediera por la mañana, también se lanzaron cohetes para recordar la jornada especial que vivió la localidad de la Sierra Sur pero que no pudo hacerlo en todo su esplendor. Los fraileros demostraron devoción y fe, así como responsabilidad y concienciación.