La cruz y la jarra “jiennenses” incautadas durante la guerra civil
El Ministerio de Cultura elabora un listado de 5.000 piezas que buscan a sus dueños

El Ministerio de Cultura publica el inventario de un total de 5.126 piezas incautadas durante la Guerra Civil y la etapa franquista que se encuentran en los museos estatales, lo que abre la puerta a familiares y herederos a reclamar su devolución. Según explicó hace unos días el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, es un proyecto en el que se trabaja desde el inicio de la legislatura y ahora se puede articular gracias a un informe de la Abogacía del Estado, que traza las líneas para abrir el proceso de devolución mediante la vía civil a falta de un reglamento específico en el marco de la Ley de Memoria Democrática. Entre las piezas que figuran en el inventario, hay dos que guardan relación con Jaén.
Una es una jarra de pasta de cerámica que se hizo en Andújar, según cita el Ministerio, lo que no quiere decir que su propietario sea originario de ese municipio ni que se incautase allí, aclara Cultura a consulta de este periódico, aunque lo cierto es que cabe esa posibilidad. De hecho, según la ficha que publica el Gobierno, la jarra perteneció a la colección de José Arnaldo Weissberger Kahn, hallada en su garaje de la calle Argensola de Madrid e incautada por el Juzgado de Responsabilidades Políticas número 3 y depositada en el Museo Nacional de Artes Decorativas. Se fabricó en 1925 y se enmarca en la Edad Contemporánea. Es una jarra de cuerpo globular, de panza ancha, cuello estrangulado cóncavo, boca de borde ondulado formado por cuatro picos vertedores. La pieza cuenta con cuatro asas laterales verticales entrelazadas con cuatro molduras. Tiene decoración vegetal de guirnalda a modo de cortinaje y, en la panza, debajo de las molduras, sobresale de nuevo su decoración con motivos vegetales de ramo formado por varias flores sobre tallos, y una gran flor roja central coronada por hojitas de pequeño tamaño.
La otra pieza con sello jiennense también se encontraba en el Museo Nacional de Artes Decorativas. En este caso, se trata de una cruz procesional, perteneciente a la Edad Moderna, que data del año 1560. El pie de la cruz, separado del árbol en 1941, se conserva expuesto en la Catedral de Jaén. Su función es eminentemente religiosa y se creó en Alcalá de Henares. Su descripción formal arroja que se trata de una cruz latina con terminaciones octogonales de lados curvos, crucero cuadrado, crestería perimetral y remates de perillón con sierpes. Presenta abundante decoración de carácter renacentista, clásica en los cuadrones y terminaciones, y fantástica en los brazos de la cruz, cercana a los conceptos de la estética manierista europea. La marca de artífice corresponde al platero complutense Juan Francisco Faraz, uno de los mayores exponentes de la platería alcalaína del siglo XVI, con una actividad documentada entre 1540 y 1579. La obra fue entregada en calidad de depósito por la Comisaría General del Patrimonio Artístico Nacional el 17 de julio de 1942, apunta el Ministerio de Cultura, que revela que la pieza participó en la exposición de orfebrería y ropas de culto celebrada en el Museo Arqueológico Nacional en 1941. Tras la muestra, el Museo Nacional de Artes Decorativas recibió las piezas que no fueron reclamadas por sus propietarios, entre las que se encontraba la cruz procesional.
El inventario con las más de 5.000 piezas está publicado en la página web del Ministerio de Cultura, que especificó que hay obras ya conocidas, de la colección Weissberger en el Museo de Artes Decorativas, por ejemplo, y algunas más valiosas, como la acuarela de Sorolla en el Museo Sorolla, aunque en su mayor parte son piezas ornamentales como anillos, joyas, vajillas y cerámicas, según Urtasun, que explica que, a partir de la publicación del listado, “se darán pasos para estudiar caso por caso las peticiones que lleguen al Ministerio a partir de ahora”. “El paso importante era identificarlos y, pasado el tiempo, se estudiará qué se hace con ese bien”, destacó el ministro. La clave para poder ejercer ese derecho de reclamación viene de la mano de un informe de la Abogacía. Ese documento apunta a que “será necesario clarificar jurídicamente con carácter previo si se ha producido la usucapión (figura jurídica de origen romano mediante la que es posible convertirse en propietario de un bien por la posesión continuada del mismo durante un periodo de tiempo establecido legalmente) por parte del Estado de estos. Es por ello que ahora queda analizar caso a caso para determinar si la posesión realizada por el Estado fue “en concepto de dueño, pública, pacífica y no interrumpida”, aclaró el titular de la cartera de Cultura.
Los reclamantes deben cumplir una serie de requisitos como son acreditar la titularidad dominical sobre los bienes incautados e inventariados, así como una identificación “lo más detallada posible” del bien reclamado. “A tal efecto, es importante el papel del inventario para poder reconocer los bienes”, destaca el informe de la Abogacía del Estado. Los nueve museos estatales que identificaron entre sus fondos piezas procedentes de incautaciones realizadas durante la Guerra Civil e inmediata posguerra son el Museo del Traje-Centro de Investigación del Patrimonio Etnológico, el Museo Arqueológico Nacional, el Museo Nacional del Romanticismo y el Museo Nacional de Artes Decorativas, el Museo Nacional de Antropología, el Museo de América y el Museo Sorolla, en Madrid; el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí, en Valencia; y el Museo Nacional de Escultura, en Valladolid. Además, se identificó una pintura conservada en la sede del Ministerio de Cultura con el mismo origen.