La CHG sufragará obras para aliviar la Charca pegalajeña

Hay una frase en Pegalajar que resuena en sus calles: “A quienes la vida di, les reclamo en justicia que no me dejen morir”. Desde tiempos pretéritos, el embalse de la Charca, en pleno casco urbano pegalajeño, recoge las aguas de la Fuente de la Reja de las que se abastece el municipio. Si la Charca está llena, Pegalajar sonríe, pero en los últimos años hay pocos motivos para la alegría. Lejos de ser costumbre, ver una Charca rebosante se ha convertido casi en una anécdota. La sequía generalizada en la cuenca del Guadalquivir y la sobreexplotación del acuífero del que bebe el embalse pegalajeño son los principales motivos de la escasez de agua en la querida Charca, con capacidad para 16.000 metros cúbicos, aproximadamente.

En cuanto al segundo aspecto, no son pocos los proyectos emprendidos para evitar que Pegalajar se quede sin agua. El último lo anunció ayer su alcalde, Manuel Carrascosa, en un comunicado: la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) se encargará de sufragar las obras para abastecer de agua a la pedanía pegalajeña de La Cerradura desde el nuevo pozo del Cuchillejo con el objetivo de disminuir la extracción sobre el acuífero de la Charca. Entre los trabajos proyectados están el equipamiento del sondeo, la canalización hasta La Cerradura y el abastecimiento eléctrico de la instalación. “Con ello se disminuirá el volumen de agua que se extrae del acuífero de a Charca, tal y como la CHG ha informado al propio Ayuntamiento”, aclaró Carrascosa, quien recordó que la Charca es “un espacio importantísimo para Pegalajar” que no sólo abastece de agua al pueblo, sino que también constituye “un reclamo turístico singular”.

“Fue hace tres años, tras analizar el terreno y hacer varias perforaciones, cuando se detectó una masa de agua con caudal suficiente para abastecer a la población de La Cerradura, por lo que procedimos al estudio de la viabilidad y a la estimación económica para ejecutar las obras precisas. En conversaciones con la Confederación, y viendo la trascendencia de esta obra para Pegalajar y su entorno, será este organismo el que se encargue de financiar todas las intervenciones necesarias para encauzar el agua desde este sondeo”, detalló el alcalde.

SOBREEXPLOTACIÓN

La Charca de Pegalajar, declarada de Interés Etnológico de Andalucía en 2001, ha sufrido diversos episodios de sequía a lo largo de su pasado reciente. El más grave duró veintiún años, los que fueron de 1988 a 2009, y fue fruto de la sobreexplotación del acuífero de Mancha Real-Pegalajar, en la Serrezuela, según demostró el almeriense Antonio González Ramón en 2007, con su tesis “Hidrología de los acuíferos kársticos de la Sierra de Pegalajar y Mojón Blanco”. El estudio reveló que la Serrezuela y Mojón Blanco estaban conectados y que, por tanto, los numerosos sondeos que se hicieron en esta última zona para abastecer al municipio vecino fueron los que impidieron que el flujo de agua llegara a la Fuente de la Reja. Fue entonces cuando se hizo, como alternativa, el sondeo de Peñón de Rodrigo, en la zona del Santo Reino que abastece a La Guardia.