La adecuación de la noria de “El Vivero” llega a su recta final

Trabajo a contrarreloj para terminar antes de la recreación de la Batalla de Bailén

03 sep 2019 / 12:32 H.

Han pasado dos años desde que, de forma totalmente casual, los trabajadores contratados por el Ayuntamiento de Bailén a través del Programa de Fomento de Empleo Agrario (PFEA) descubrieran una noria medieval compuesta por cuatro arcos ojivales de piedra unidos por bóvedas de medio caño de ladrillo, de nueve metros de profundidad y seis de diámetro, en el Parque Eduardo Carvajal, conocido en la ciudad como “El Vivero”, mientras se encontraban efectuando labores para acondicionar este. El yacimiento se hallaba sepultado bajo el suelo del citado parque, por el que los vecinos transitaban habitualmente, hasta el inicio de las obras del PFEA, completamente ajenos a su existencia. Ahora, los trabajos arqueológicos para recuperar el mismo, cuya última fase se emprendió en mayo, están cerca de llegar a su fin.

Estas intervenciones se centraron, en primer lugar, en la consolidación de la parte inferior de la estructura, un proceso que permitió descubrir que la noria data de una época anterior a los siglos XII o XIII, que, en un principio, se barajaron como fechas de origen del yacimiento. Según explica el concejal de Patrimonio Histórico del municipio, Juan Jesús Padilla, aunque “la estructura en sí es del siglo XVI”, la misma fue construida “en época tardorromana, entre los siglos V y VIII”, si bien “se fue modificando a lo largo del tiempo”. Fue tras desaguar la noria cuando se encontraron las evidencias que dan pie a afirmar que en el periodo tardorromano esta ya existía: dos monedas de los tiempos del Emperador Honorio, “que se estuvieron usando en la Península Ibérica en la época visigoda y emiral”, señala el edil. A todo ello hay que añadir otra serie de hallazgos anteriores que no vienen sino a confirmar que el valor cultural e histórico del yacimiento es enorme. Entre estos se encuentran restos de cerámica de época tardorromana y monedas del siglo XVI “que se usaban en la época de los Reyes Católicos, que fueron los que dieron a la noria la configuración que tiene ahora”, según Padilla. También se han encontrado suelas de zapatos y monedas de principios del siglo XIX, además de crucifijos y medallas protectoras “a cuyos santos y vírgenes solían encomendarse los soldados de la época”, explica el concejal, lo cual confirmaría que tal fue el lugar en el que establecieron su puesto de mando los generales Reding y Coupigni el 18 de julio de 1808, antes del inicio de la Batalla de Bailén.

Actualmente se están efectuando las pertinentes labores en la zona exterior para “descubrir el hombro y la bóveda siguiendo un método de aproximación de hiladas y aprovechando los dos arcos más antiguos de la estructura”, tal y como reveló recientemente el propio Padilla a través de las redes sociales. El edil sigue manteniendo que el objetivo es acabar estos trabajos antes de que se celebre en octubre la recreación de la histórica batalla, pero se muestra prudente: “La excavación y la puesta en valor que queremos poner en marcha son dos obras totalmente diferentes y en las que pueden surgir imprevistos. Si no conseguimos terminar para entonces, lo haremos en noviembre o diciembre”.

Primeras muestras del futuro centro museístico
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A pesar de que aún restan varias semanas para que la zona en la que se halló la noria del época tardorromana en Bailén quede totalmente acondicionada, los bailenenses ya tienen la oportunidad de conocer parte de la riqueza histórica y cultural que se escondía bajo el suelo de la misma. Las ruedas del molino encontradas junto a la noria se han colocado en un pequeño podio para que estas se encuentren ya a la vista de todo el público e ir “abriendo apetito”. El objetivo final es convertir la zona en un centro museístico. Para ello, se construirá una pasarela que bordeará el hallazgo. “Esta dará a una especie de mirador desde el que se podrá observar todo el interior del yacimiento”, explica el concejal de Patrimonio Histórico bailenense, Juan Jesús Padilla. Para lograr todo ello, el Ayuntamiento bailenense invirtió cerca de 64.000 euros, una cantidad procedente en su totalidad de las arcas municipales. Las obras se complementarían, tal y como se indicó en junio, con una recreación digital y en tres dimensiones de la estructura de la noria. De este trabajo se encarga la empresa madrileña Virtua Nostrum.