Juan Rico, gerente de El Acebuche: “Estoy muy contento por los resultados que he tenido en tan poco tiempo”
Desde principios de año, se aventuró en la hostelería de la mano de su restaurante con el objetivo de seguir la tradición familiar
LA ENTREVISTA
Sin casi ningún tipo de conocimiento del sector, Juan Rico Rodríguez, gerente del Restaurante El Acebuche, se aventuró en la hostelería con el objetivo de seguir la tradición familiar y emprender desde principios de este año.
—¿Cuánto tiempo lleva regentando el establecimiento?
—Para mí es una cosa nueva. Son cuatro empresas las que dirijo. Estoy desde el 10 de enero que abrí. Y la verdad es que estoy muy contento por los resultados que he tenido en tan poco tiempo y sin saber mucho del sector.
—¿Le ha costado mucho trabajo atraer a los clientes?
—Esto estaba un poco abandonado y ahora estamos recuperando la clientela. Y no solo recuperar a los clientes que frecuentaban antes el establecimiento, sino haciendo nuevas también.
—Entonces, la historia trata de renacer entre las cenizas, ¿no?
—Exactamente, de la nada. Además, sin ayuda ninguna. Esto se está haciendo a pleno pulmón.
—¿Qué tipo de ambiente se crea en el restaurante?
—El ambiente principal que tengo son los vecinos de Carboneros, que son gente muy buena, agricultora, humilde, trabajadora, de campo y de la olivarera. También sube gente procedentes de los pueblos limítrofes, como Guarromán, La Carolina, Linares, Bailén. Y, sobre todo, camioneros, quienes para mí son unas personas estupendas. Aquí pueden disponer de unas duchas gratis, y hasta, una vez, dejaron una propina de cinco euros.
—¿Cómo es el trato con los que visitan su establecimiento?
—Intento que la gente vuelva. Los precios son muy populares. Nuestro trabajadores son maravillosos profesionales y muy selectos, gozan de mucha educación.
—¿Cree que los comensales disfrutan del buen paladar?
—En cuanto a la comida, estamos en el camino de que sea, posiblemente me esté pasando si digo que es la mejor del mundo, pero es que es así. Me han felicitado.
—¿De qué se siente orgulloso en este breve tiempo al frente?
—Si te lo digo como suena, está muy feo. Creo que del valor que le estoy echando. Orgulloso de ser valiente. Y sobre todo por los trabajadores que me acompañan.