Juan de Dios Gálvez, el empresario hecho a sí mismo

El alcalaíno ha armado, con esfuerzo y tesón, un gigante económico, Grupo Sierra Sur

12 feb 2023 / 19:59 H.
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Grupo Sierra Sur es todo un emporio, con unas cifras espectaculares, de más de doscientos empleos directos y más de 140 millones de euros de facturación, presencia en varias provincias españolas y una clara vocación exportadora. En buena medida, el artífice de este milagro económico es el empresario alcalaíno Juan de Dios Gálvez Daza. Sus setenta años recién cumplidos dan para echar la vista hacia atrás y recordar la historia de un hombre hecho a sí mismo, que es claro: “No me he jubilado ni pienso jubilarme”.

Como nada en la vida es casual, Juan de Dios Gálvez mamó la cultura emprendedora en su familia, gente humilde, pero laboriosa. Sus padres José Gálvez García y Cándida Daza Sánchez. El empresario y sus hermanas, María Dolores y Purificación, ayudaron en los negocios familiares. El progenitor, además de “encalaor”, montó un bar, una pescadería y una gasolinera. En 1989 la actividad tomó un nuevo rumbo con la apertura, también en Alcalá la Real, de unos secaderos de orujo, el germen del futuro grupo. En 1993 surgió la oportunidad de comprar las instalaciones de Aceites Carbonell en Pinos Puente (Granada), una inversión acometida con apoyo familiar que dio lugar a la firma Aceites Sierra Sur. Él presume de que siempre tiene presente la filosofía de su madre, quien siempre decía: “Podremos conseguir el dinero que la suerte y el trabajo nos proporcionen, pero tendremos la vergüenza y la honradez que nosotros queremos tener”.

La iniciativa, no exenta de dificultades, experimentó un fulgurante crecimiento. En 1998 se construyó una planta de cogeneración eléctrica, un desembolso importante que se tradujo en el éxito de ser la primera orujera que aplicaba la cogeneración de energía térmica a sus procesos. Un lustro después llegó una segunda modernización, al sustituirse el antiguo método de secado del alpeorujo por un sistema de dos turbinas de gas natural, que, a su vez genera una potencia de diez megavatios de energía eléctrica. La medida supuso un salto medioambiental, al desaparecer los humos.

Por otro lado, gracias a una inversión de cuatro millones de euros surgió una refinería de aceites de orujo crudo y aceite de oliva, con la que se cierra el círculo, pues se pasa a producir todas las categorías de aceites de oliva y se amplía la cartera de clientes de modo exponencial. En 2015, la almazara de Pinos Puente experimentó otra modernización, que incrementó la capacidad de procesado, con mejora sustancial del aceite y más capacidad de molturación. Grupo Sierra Sur exporta esta producción a Estados Unidos y la Unión Europea. En el recinto de Pinos Puente se encuentran almazara, extractora y refinería. Confían en el proyecto en torno a 2.200 cosecheros y 105 proveedores de alpeorujo de varias provincias. Los estudios de mercado colocan a Grupo Sierra Sur como un referente, a través de sus marcas Oro de Sierra Sur y Suróleo. Además, en 2012, el grupo se hizo con el 30% de Aires de Jaén, compañía dedicada al envasado de aceite de oliva, que atesora una producción de 10.000 toneladas y exportaciones a numerosos países de Europa y Asia.

En paralelo, se ha vivido un proceso de modernización, con la construcción de una almazara en Cabra del Santo Cristo con la última tecnología. Aparte se adquirieron explotaciones, unos 140.0000 olivos, con una producción anual que ronda las 4.500 toneladas de aceituna para las almazaras del potente grupo oleícola.

Pero los negocios vinculados con la familia Gálvez van más allá del oro líquido y el orujo. En 2006, compró Bodegas Campoameno, de Frailes, una apuesta por el vino de calidad de Jaén. Se emprendió un proyecto de fabricación y comercialización de productos nutricionales para el cultivo del aceite, MAFA Bioscience. Entre las inversiones, la incorporación de una planta de abonos para este cultivo en Fortuna (Murcia). Con la creación de Benzaplastic, con centros en el polígono Llanos de Mazuelos y las cercanías de la N-432, en Alcalá la Real, unas plantas de reciclado y fabricación de láminas de PET, de manera que se hace hincapié en la sostenibilidad del sector del plástico.

Juan de Dios Gálvez es, desde 2017, presidente de la Asociación Nacional de Extractores de Aceite de Orujo (ANEO). Sus cualidades no escapan a este colectivo. El director, Joaquín López, alaba su calidad humana, su cercanía y su gran sentido de la familia. “Como empresario es innovador y lanzado hacia nuevos retos, pero, a su vez, siempre con la cabeza fría. Le gusta trabajar en equipo, no porque diga de él, sino porque realmente lo hace, permitiendo a todas las personas de su entorno se desarrollen en el trabajo y en la vida”, explica.

PLANES. Juan de Dios Gálvez se muestra muy satisfecho con el homenaje que recibió hace unos días con motivo de su setenta cumpleaños. “No me lo esperaba. La alegría mayor fue el cariño de quienes nos acompañaron. Ha sido para mí impactante”, confiesa el empresario. En su opinión estas décadas que han acompañado el surgimiento y la expansión de Grupo Sierra Sur es fruto de una labor colectiva con su familia y la plantilla. “Todo es resultado del esfuerzo, de trabajar mucho, pero hay una cosa muy importante, cuando entras en la fábrica y vas al campo y ves la cara de las personas, que es el espejo del alma. Somos como una familia”, detalla. Gálvez Daza tiene las cosas muy clara: “Una empresa funciona si los trabajadores y el empresario van en la misma dirección”.

El alcalaíno es un declarado defensor del valor del trabajo. “Quien no respeta el trabajo, generalmente no va a ningún lado”, resume. Con siete décadas a sus espaldas se muestra muy activo, con múltiples proyectos. Uno de ellos es ayudar a la ANEO en un escenario difícil. “Hace solo unos días recibí otra ración de cariño. Me pidieron que continúe y me dijeron que no podía irme. No me gustan los sillones, pero siempre he pensado que en la vida siempre tiene que estar el haber de uno por encima del debe. Ese ha sido mi lema”, manifiesta sobre su continuidad al frente del colectivo de extractores españoles de aceite de orujo.

Respecto de Benzaplastic, precisa que este año está prevista destinar cerca de seis millones de euros para dos proyectos de lámina de PET y de extrusión. “Queremos aumentar el apoyo a la economía circular”, manifiesta Gálvez. Igualmente, en colaboración con otra conocida compañía prevé implementar una iniciativa de desarrollo y empleo también en el polígono industrial Llano de Mazuelos. En tierras granadinas, concretamente en Pinos Puente e Iznalloz, plantea igualmente inversiones muy relevantes.

En cuanto al vino de la Sierra Sur, amparado por una indicación geográfica, desde las instalaciones fraileras y las pintas de este municipio y de Alcalá la Real se busca, de la mano de la enóloga Virginia Bosquet, continuar en la línea de obtención de unos caldos de categoría, incluidos los espumosos. El hijo del empresario, Juan de Dios Gálvez Pérez, está volcado en este proyecto.

Como administrador único de Grupo Sierra Sur, Juan de Dios Gálvez Daza se muestra partidario del progreso y la innovación. “Estamos viviendo tan rápido que la cosas hay que hacerlas también con rapidez, porque si no sirven”, opina. Una reflexión de un empresario de nivel con una intuición enorme.

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