Juan Antonio Aznárez: “Espero vivir una etapa venturosa”

Llegó al cargo casi por sorpresa, en noviembre de 2021, después de que el Papa Francisco lo nombrara arzobispo castrense tras casi un año con la sede vacante. El pasado enero tomó posesión y el próximo lunes visita por primera vez la Academia de la Guardia Civil de Baeza, donde administrará el sacramento de la Confirmación a alumnos y personal.

Después de una amplia trayectoria de ministerio sacerdotal en la que incluso llegó a ser Obispo Auxiliar de Pamplona y Tudela, se le encomendó a primeros de año esta misión adscrita a todo el territorio nacional. ¿Qué balance hace de estos primeros meses encargado de esta misión?

Muy positivo. Superada la sorpresa inicial y una vez iniciado mi ministerio pastoral como arzobispo castrense, me voy encontrando, en general, con personas muy bien preparadas, responsables y especialmente acogedoras que me ayudan en esta labor. Por otro lado, nuestros capellanes, normalmente, son muy apreciados en las unidades en que prestan sus servicios y de un modo especial cuando acompañan a los militares destacados en las diferentes misiones internacionales en las que participa España, como en Mali, Líbano e Irak.

La del próximo lunes es su primera participación en un acto oficial en la Academia de la Guardia Civil de Baeza. ¿Cómo lo afronta y qué espera de ello?

Mi trato con la Guardia Civil viene ya de lejos, de modo que, de alguna manera, voy a terreno conocido. Afronto mi visita a Baeza con el deseo de conocer de primera mano esta institución formativa tan importante y a quienes sirven, forman y se forma en ella.

Al margen de los actos oficiales, ¿conoce ya Jaén provincia y la Academia de la Guardia Civil?

No. Esta va a ser mi primera visita tanto a la provincia como a la Academia.

Esta primera vez suya coincide con el regreso a la normalidad, prácticamente, en la Academia. ¿Es una señal de una etapa venturosa?

Confiamos, por supuesto, en que así sea. Nada hay nada comparable al buen trato personal con los demás.

¿Qué valores son los que, a su juicio, encarna y debe encarnar la Guardia Civil?

Son muchos. Por citar algunos, la profesionalidad, la capacidad de sacrificio, la disciplina y el espíritu de servicio.

¿Por qué es importante la presencia de la Iglesia en las Fuerzas Armadas?

Por el mismo motivo por el que es importante su presencia en otros muchos ámbitos como pueblos, ciudades, escuelas y universidades: para acompañar y servir a todos los bautizados que integran dichas Fuerzas Armadas y así lo desean. También a sus familias y al resto del personal que trabaja en las diversas realidades que conforman las Fuerzas Armadas.

¿Y en base a eso, en qué labor diaria concreta se traduce su cargo al frente del Arzobispado castrense?

Es muy variada: visitas pastorales a las parroquias y a las diversas unidades, celebraciones sacramentales como eucaristías, confirmaciones y bautismos de adultos, presencia en actos institucionales, trato con los capellanes castrenses, cuidado del Seminario Castrense, etcétera.

¿Viven las Fuerzas Armadas una etapa de cierta impopularidad social?

Tengo la impresión de que, en general, sucede más bien lo contrario. Se nota, entre otras cosas, en el elevado número de personas que solicitan el ingreso en las mismas. También, entre otros indicios, en lo valorada que ha sido su actuación en momentos de crisis como los vividos en La Palma y durante los meses más duros de la pandemia.