Jornada de roscos benditos

Son unas fiestas de primavera, coloridas y bulliciosas. Siempre que llega mayo, los vilcheños esperan expectantes de San Gregorio, también conocidas como “Fiestas de los Mesones”, ya que toman como escenario el lugar donde antaño hacían su parada las diligencias. La jornada central se vivió ayer, con una de las tradiciones que hacen más singular esta fiesta: el reparto de roscos benditos. Aunque las actividades comenzaron el día 6, no fue hasta este miércoles cuando se inauguraron las jornadas centrales. Fue con el tradicional Paseo de Caballos, que discurre desde el cruce con el Camino Real hasta el final de La Molera. Y poco después, también se celebró el desfile de gigantes y cabezudos, acompañados por la Banda Municipal de Música y una alegre comitiva. Tras el traslado procesional de San Gregorio desde su ermita, en Los Mesones, hasta la iglesia de San Miguel Arcángel, acompañado por carrozas y caballistas, y, por supuesto, las parejas de vecinos que portan en sus cestas los tradiciones roscos de pan, para ser bendecidos. Cabe recodar que estos están elaborados con harina y matalahúva.

Sin apenas tomar aliento, una larga noche de verbena para esperar el festivo local, celebrado ayer, con el regreso de San Gregorio a su ermita, para allí, en la explanada de la Charca celebrar la tradicional misa rociera y el reparto de los roscos por parte de la Asociación Cultural Amigos de San Gregorio. La fiesta se prolongará hasta el domingo, con diversas actividades, como la feria de día de hoy, con la paella elaborada por Tomás Lorite y amenizada por la Charanga Rondamón.

La antesala perfecta a estas jornadas se vivió el fin de semana pasado con la celebración de la Feria del Ganado, una tradición antigua retomada el año pasado.