Jornada de hermandad por la Virgen de Nazaret

La Hermandad Matriz invita a los asistentes a una velada de comunión con motivo de la Noche de los Mayos

30 abr 2019 / 16:53 H.

Chiclana de Segura huele a romería de La Carrasca. Aunque todavía queda semana y media para uno de los días más esperados en el calendario para todos los chiclaneros, comienzan los actos en torno a la Virgen de Nazaret con la celebración de la Noche de los Mayos, que tendrá lugar.

La Hermandad Matriz, como manda la tradición, invitará a todos los asistentes a la plaza del pueblo a un refrigerio con motivo de esta jornada de hermanamiento y comunión de devotos por la Virgen, que aguardan con ansia la llegada del segundo domingo de mayo, momento en el que se realiza cada año la romería en su honor.

La velada comenzará a las 22:00 horas y estará amenizada por el grupo “Nuevo amanecer chiclanero” y la asociación musical “Antonio Vivaldi”, que pondrá la nota de color a la noche. A partir de medianoche, se abrirán las puertas de la iglesia, de forma que todos los allí presentes cantarán los mayos a la patrona en los primeros instantes del mes de mayo, dedicado en su totalidad a María.

leyenda. Cuenta la historia que antiguamente tanto los chiclaneros como los vecinos de Venta de los Santos pertenecían al mismo municipio y celebraban de forma conjunta esta festividad, pero cuando en 1767 en rey Carlos III promulgó el fuero de las nuevas poblaciones de Sierra Morena, se separaron y surgió un conflicto: los feligreses de ambos municipios querían quedarse con la imagen de la Virgen de Nazaret, lo que hizo intervenir al obispo en el conflicto. Finalmente se decide sortear quién se queda con la imagen, lo que provocó, según cuenta la leyenda, que los hijos de ambas poblaciones fueran a por las imágenes que les habían correspondido, pero fueron incapaces por el gran peso que tenían. Tras intercambiarse, la cuadrilla de chiclaneros pudo levantar la imagen de la Virgen y la de los venteros al Cristo, lo que se consideró una muestra providencial de que Nuestra Señora de Nazaret debía ir a Chiclana y la figura del Cristo de la Expiración a Venta de los Santos, y así fue.