Joaquín Díaz: “El trabajo de Andaraje es extraordinario”
El gran etnógrafo español habla del grupo jiennense, de EnSueña Jaén 5, del patrimonio inmaterial y de la memoria

Joaquín Díaz conoció a los componentes de Andaraje en la década de los años setenta, cuando el grupo se estaba formando. Desde entonces perdura la amistad y, de vez en cuando, los encuentros. El músico, folclorista y etnógrafo nacido en Zamora, pero criado en Valladolid, los ha visitado en Jódar y Andaraje, en camino de vuelta, ha subido hacia la Meseta en su busca, bien a Urueña o a Valladolid. De todo esto, del proyecto EnSueña Jaén 5 con el grupo, en la Sierra de las Cuatro Villas, de la memoria, de lo inmemorial, de Andaraje y su trabajo habla en este vídeo para diariojaen.es. Escuchen al juglar sabio, término que acuñó con acierto en el titular de una entrevista, en 2015, el periodista Álex Grijelmo. Unas cuantas notas biográficas bastan para corroborarlo.
Para quien no le concozca
Joaquín Díaz González nació en el 47, mes de mayo, en Zamora. A los cuatro años su familia se trasladó a Valladolid y por allí sigue viviendo. Pero no hay juglar que no sea viajero. Sus ocupaciones han sido la interpretación de la música popular, la investigación y la divulgación de esta cultura tradicional. Ha actuado, grabado discos, escrito libros, pronunciado conferencias, recogido premios y fundado grupos de folk. Fundó el Centro Etnográfico de Urueña, un proyecto que acabaría culminando a mediados de los años noventa del siglo pasado con la Fundación Joaquín Díaz. Hasta el año 1976 sus ocupaciones se centraron en el estudio y la promoción de la cultura popular con recitales y conferencias en España, países de Europa y América. A finales de los años sesenta viajó a Estados Unidos. Actuó en varias universidades: Austin, Bostón y Harvard, pero también en clubes como el Troubadoru de los Ángeles y Ash Grove, en la misma ciudad. Cuando habla de premios habla también de generosidad de quien lo otorga. Y lo que no sabemos es si algún otro español ha sido nombrado, como nuestro juglar, Ciudadano Honorario del Estado de Texas por los merecimientos de su trabajo. Entre 1971 y 1975 viajó por Europa. También daba recitales y conferencias. Tuvo tiempo, además, de escribir sus dos primeros libros: ‘Palabras ocultas en la canción folk’ y ‘Música pop y música folk’, este con la colaboración del periodista José María Íñigo.
Es a mediados de los años setenta cuando —lo subraya también Grijelmo en su entrevista— decide desaparecer, que fue tanto como dejar las actuaciones y dedicarse a investigar y difundir. Investigar con trabajo de campo, eso sí. Recorrió buena parte de España en ello: música, canciones, danzas, romances, ropajes, relatos populares, ceremonias y otras tradiciones se fue a buscar o a rescatar. Y continuó levantando otras arquitecturas. En 190 fundó la Revista de Folklore, escribió, con y sin colaboraciones, varios libros e incluso protagonizó el documental ‘¡Folk’ que fue candidato a los premios Goya en 2019.

Es presidente titular honorífico de la Cátedra de Estudios sobre la Tradición, de la Universidad de Valladolid, y académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, con sede en Valladolid. Y una larga lista de honores y premios: doctor Honoris Causa por el Saint Olaf College (EEUU) en 1985; doctor Honoris Causa por la Universidad de Valladolid en 2006; miembro del International Council for Traditional Music; miembro de la Galpin Society de Londres; Medalla de Oro de la provincia otorgada por la Diputación de Valladolid; Premio Coello de Excelencia Cultural; Premio a toda una vida otorgado por la AIE (Artistas, Intérpretes y Ejecutantes de España) y Llave de Oro de la SGAE por 50 años de pertenencia a la sociedad de autores. Dice en el vídeo que la memoria de la gente no se pierde fácilmente, que el patrimonio inmaterial en ruina siempre está resucitando y que el material lo hemos perdido entre todos o dejado que se pierda. Por eso valora el trabajo de Andaraje, su defensa de ese patrimonio, como extraordinario. Lo es también el legado de Joaquín Díaz.