Jean Paul, el guardia civil camerunés que llegó en patera

El agente hoy forma parte del mismo cuerpo que hace años lo salvó en el océano

26 jun 2025 / 17:10 H.
Ver comentarios

La clausura de la 130ª promoción de la Academia de Cabos y Guardias de la Guardia Civil de Baeza dejó una estampa de superación, de ganarle un pulso a una vida que, en muchas ocasiones, para la gente que deja atrás su país y emprende un viaje en busca de una mejor vida, es cruel. La historia de Jean Paul es la historia de muchos inmigrantes que lo dejan todo sin tener un futuro asegurado en España y, sobre todo, sin saber si llegarán con vida al litoral español. No todos han tenido la misma suerte que Jean Paul, un camerunés que este martes cumplió el sueño de ser guardia civil tras completar su formación en la academia baezana. Hace años cruzó un picado Océano Atlántico de la forma más rudimentaria, con embarcaciones de enorme fragilidad que hicieron que su periplo fuera una hazaña superior a la de su graduación en la academia, sobre todo por el oleaje y las inclemencias meteorológicas que vivió hasta llegar a España en busca de una vida próspera. Un viaje sólo de ida que fue a vida o muerte y que algunas veces, desgraciadamente, es a una muerte segura desde el momento en que parten los cayucos desde el continente africano.

Jean Paul confiesa que salió de Camerún por la difícil situación que atravesaba su familia. “Decidí irme del país para mejorar. La primera vez que vi a la Guardia Civil fue en una lancha con la que vinieron a rescatarme. Estábamos en el agua y no veíamos ni la tierra. Fueron los ángeles de la guarda”, expresa el guardia civil, que agrega: “Fue una situación en la que pensaba si llegaríamos o no. Pero cuando llegó la patrulla, por fin pensé que había llegado alguien que nos iba a ayudar. Nos rescataron y nos dieron una nueva vida”.

Las peripecias sufridas durante el viaje hicieron que Jean Paul fuera más fuerte y consiguiera cualquier propósito ya en tierra firme. Aunque el camino no fue fácil, Jean Paul tenía claro que quería ser guardia civil. “El motivo por el que yo decidí opositar es que, si a mí me ayudaron, y por ellos estoy donde estoy, creo que podré hacer lo mismo por las personas que lo necesiten”, subraya. Jean Paul comenzó a prepararse para ingresar en la Guardia Civil, siendo consciente de las dificultades que conllevan estas oposiciones. “Yo creo que antes de opositar ya sabemos a lo que nos enfrentamos. Estar en la Guardia Civil significa que podemos dar la vida para defender a una persona que lo necesita. Si otros lo han hecho, nosotros estamos preparados para hacerlo”, manifiesta.

Jean Paul hoy forma parte del mismo cuerpo que hace años lo salvó. Al igual que el periodo formativo para acceder a la academia, el curso oficial no ha sido sencillo, pero asegura que el esfuerzo y el sacrificio han merecido la pena para desempeñar una ocupación profesional a la que estará agradecido toda su vida.

Provincia