Indulgencia plenaria para el Jubileo de Alharilla
Celebración el 25 de marzo en el santuario de Porcuna presidida por el obispo Sebastián Chico a las 18:00 horas

La Santa Sede ha concedido una indulgencia plenaria por el Año Jubilar, concedido a su vez por el obispo de Jaén, con motivo del 775 aniversario de la aparición de la Virgen de Alharilla, en Porcuna. El 25 de marzo próximo dará comienzo el Jubileo, coincidiendo con la celebración de la Encarnación del Señor. La celebración estará presidida, precisamente, por Sebastián Chico, en el santuario de Alharilla, a las 18:00 horas, informa el Obispado. Este Año Santo que se extenderá hasta el 1 de mayo de 2024 y la indulgencia plenaria será para aquellas personas para aquellas personas “verdaderamente arrepentidas y movidas por la caridad, habiendo recibido la confesión sacramental; la comunión eucarística y recen por las intenciones del Sumo Pontífice, visiten la Iglesia de la Asunción de Porcuna o el Santuario de Nuestra Señora de Alharilla; que lo visiten como peregrinos y participen allí en alguna celebración sagrada ante la milagrosa imagen de la Bienaventurada Virgen María de Alharilla, celeste patrona de Porcuna, expuesta a la veneración pública, si por un oportuno tiempo se dedican a la oración, terminando con el Credo, el Padrenuestro y el Ave María. Del mismo modo, esta indulgencia plenaria concedida por Roma se puede aplicar, también, a las almas del purgatorio, a modo de sufragio”.
La concesión de esta indulgencia, firmada por el Cardenal Mauro Piacenza, Penitenciario Mayor, recoge también que “los ancianos, los enfermos y quienes por grave causa no pueden salir, también podrán alcanzar la indulgencia, aborreciendo cualquier pecado y con la intención de poner lo antes posible las tres condiciones de costumbre, si se unen espiritualmente a las celebraciones, ofreciendo Dios con su oración los dolores e incomodidades de la propia vida”. Además, ruega al párroco y demás sacerdotes “que se dediquen con espíritu pronto y generoso a la celebración de la Penitencia”. En el texto, remitido a la Diócesis desde el Vaticano, también concede la bendición papal para aquellos cristianos que hayan asistido a las celebraciones eucarísticas que presida el obispo y hayan participado de las mismas, o las hayan seguido por algún medio de comunicación, y que, al igual que la indulgencia plenaria, “estén confesados y arrepentidos; los mueva la caridad cristiana; hayan recibido el sacramento de la comunión y recen por las intenciones del Papa”.