Indignación en Arjona ante el “sablazo” en la factura del agua

Habitantes de Arjona, de todas las ideologías, han saltado “como un resorte”, después de recibir la última factura del agua. El motivo es el considerable encarecimiento del importe, vinculado con la tasa de depuración derivada del estreno de la estación de tratamiento de aguas residuales. El incremento se cifra, de acuerdo con las fuentes vecinales, en entre treinta y ochenta euros —es decir alrededor del 30%—, en función de la familia. Buena parte de la población tacha de “desmesurada” la medida.

Por ello, el pasado jueves, en cuanto tuvieron en su poder el recibo, un grupo de vecinos, de forma espontánea, se dirigió hacia el Ayuntamiento. Sin embargo, el alcalde, Juan Latorre, no se encontraba en el inmueble, ya que se había desplazado hasta Madrid para asistir a Fitur. Los arjoneros fueron recibidos por Manuel Parras y otros miembros del equipo de Gobierno socialista. El ambiente llegó a ser tenso y no faltaron los gritos y las recriminaciones sobre el impacto económico de la medida e incluso sobre las retribuciones que perciben los ediles. En el encuentro, se concretó que habrá una reunión en el Ayuntamiento el próximo martes a las cinco de la tarde, aunque esta hora no es adecuado a juicio de quienes estarán trabajando en esos momentos.

Las personas consultadas por Diario JAÉN aprecian una falta de información y de previsión, ya que creen que antes y durante el proceso de ejecución de la depuradora se debería haber detallado el efecto que tendría la tasa generada en el coste de las facturas. El asunto genera múltiples comentarios a través de las redes sociales. Incluso internautas califican de “sablazo” el incremento repercutido en la ciudadanía. A raíz de la cuestión, se genera un intenso debate social. Algunos arjoneros opinan que sus recibos ahora son más elevados que los de otros lugares de La Campiña, como, por ejemplo, Porcuna, mientras que otros se preguntan por qué nos e hizo una depuradora conjunta con Lahiguera si ambos núcleos de población, situados a solo unos kilómetros de distancia, vierten sus aguas al mismo cauce fluvial y el segundo todavía no depura su flujo. Los afectados demandan una solución, aunque las posturas oscilan entre la indignación y la resignación.

La adjudicación de las obras de las depuradora, tras años de gestiones, se adjudicó en 2016 y la recepción de la obra ocurrió la pasada primavera. La planta está diseñada para procesar un caudal medio en el año horizonte de hasta 2.257 metros cúbicos diarios, con una carga orgánica de diseño en un escenario de hasta 12.000 habitantes, muy superior a la población actual. Con un presupuesto de casi nueve millones de euros, las labores corrieron a cargo de una unión temporal de empresas. Dentro del proyecto también se acometieron colectores. El procedimiento consiste en un sistema clásico mediante aireación prolongada, con dos líneas, mientras que los fangos generados sufren deshidratación mecánica con decantador centrífugo.