Huchas para que una mujer consiga su prótesis biónica

La comarca de Cazorla se vuelca en la ayuda a Carmen Cocera

02 may 2021 / 15:00 H.
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Qué buena gente hay en estos pueblos. Cuando la tenga llevaré conmigo el corazón de muchas personas”. De esta forma valora Cristina Cocera, una mujer de Cazorla de 37 años que perdió la pierna izquierda por un sarcoma, la iniciativa colectiva para que pueda tener una prótesis biónica. Relata que la movilización lleva solos unos días y se traduce en múltiples acciones solidarias, entre ellas la colocación de huchas en diferentes lugares. Vecinos, entidades, negocios e incluso instituciones se implican para que la iniciativa llegue a buen puerto cuanto antes.

Cocera detalla que el movimiento empezó mientras tomaba un café con unas amigas. “A mí me daba vergüenza y no lo quería hacer”, manifiesta. Sin embargo un grupo de personas a las que la unen una estrecha amistad abrió una cuenta ES70 2100 4721 8802 0012 4289. Desde entonces, admite, es un “no parar”. Por ejemplo, una amiga tuvo la idea de coser mochilas para venderlas. Además, habrá un pequeño mercado medieval en Chilluévar y algunos artistas y autores de libros también ponen de su parte, por ejemplo con parte de las ventas de un libro. “No quiero dejarme a nadie”, indica Cocera, quien expresa su gratitud a Cazorla y otros municipios de la zona como Chilluévar, Peal de Becerro, La Iruela, Santo Tomé o Quesada. También se reciben donaciones para tan encomiable causa a través de Bizum, en el número 663 223 187. Ayer ya se habían superado en total, los 10.000 euros en la cuenta corriente.

La protagonista de la historia elogia la ayuda a pesar de la situación tan complicada que se vive. Según precisa, no sabe cuál será el coste exacto de la prótesis biónica, aunque sí tiene claro que será elevado. Resalta el respaldo de su familia, incluidos sus dos hijos, que todavía son pequeños. Por ello, esta luchadora se muestra optimista e ilusionada con la posibilidad de contar con un dispositivo que le permita andar. Sin embargo asume que, una que ve llegue la prótesis, el proceso no será sencillo, pues necesitará un tiempo de adaptación para habituarse a elemento personalizado, hecho a medida con unos materiales y una tecnología muy específicos. Está convencida de que el aliento de la sociedad, de sus amistades y de su familia la harán superar todos los obstáculos.

DOLENCIA. La historia vivida por Carmen Cocera es dura. Limpiadora en una residencia, todo transcurría con normalidad hasta que en 2017, mientras trabajaba, sintió cómo le daba un tirón la pierna. Al principio no le prestó importancia, pero notó cómo el músculo, a las pocas semanas, “se multiplico”. Subraya que los médicos le dijeron que no sabían lo que era, de manera que incluso barajaron que se trata de una rotura fibrilar. Derivada a un clínica privada, dice que fue operada, pero mal. No obstante, en el análisis de tejido ya se vio que era un sarcoma. Después de pasar por su médico de cabecera y de pasar por hospitales, donde recibió quimioterapia y radioterapia, en noviembre de 2017 fue sometida a una intervención quirúrgica de envergadura. Tras ella notó que la pierna se le había quedado “tiesa”. Después de una serie de problemas apareció otro bulto y había peligro para los pulmones. La única solución era la amputación de la pierna, que ocurrió justo después de la Semana Santa de este año. Pese a todo, salió del Virgen del Rocío de Sevilla con muchos ánimos. “Ahora me siento feliz. Quiero hacer vida normal con mi prótesis biónica”, concluye.

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