Hermenegildo Delgado, del Bar Gildi y Paqui: “Es una cocina casi al 100% casera y tradicional”
El gerente del establecimiento de Valdepeñas de Jaén cuenta con una gran trayectoria en el sector hostelero

LA ENTREVISTA
Hermenegildo Delgado Valderas, gerente del Bar Gildi y Paqui, es un hostelero con una trayectoria más que asentada en el sector y, tras estar 14 años en el María Cristina, ahora lleva 9
en este bar con una ubicación céntrica.
—¿Cuánto tiempo lleva en funcionamiento este negocio?
—Pues acumulamos ya nueve años, aunque yo anteriormente estuve en otro negocio, concretamente catorce años en el bar “María Cristina”.
—¿Dónde se encuentra y cuál es su horario?
—Nos encontramos en el número 3 de la Plaza de la Constitución. Abrimos, entre semana, desde las 14:30 horas, mientras que sábados y domingos, a las 12:00 horas. Y hasta el cierre en ambos casos. Cerramos el jueves por descanso.
—¿Qué le caracteriza?
—Además de nuestra ubicación, en un lugar muy céntrico y en frente de la iglesia, es un bar antiguo, pero renovado y por dentro se ha quedado muy bien.
—¿Qué capacidad tiene?
—En el local interior podemos acoger entre 50 y 55 comensales. También montamos una terraza, de modo que la capacidad puede superar las cien personas.
—¿Cómo es su clientela?
—Viene todo tipo de público, ya sean personas más adultas como jóvenes, que se van mucho a la terraza. Es un lugar idóneo para tomarse unos cafés o cubalibres.
—¿Cómo describiría la gastronomía de su negocio?
—Es una cocina casi al 100% casera y tradicional. El plato estrella del local es la ventresca de atún a la plancha. También es muy demandado el lomo de atún a la plancha con su pimiento rojo. Es un plato grande y muy bueno. Por otro lado, hacemos panes que rellenamos con tomate, tortilla lomo, jamón y algunos productos más. Lo llamamos ‘pan cateto’, que está espectacular. Y por supuesto no me puedo olvidar de los flamenquines o colines caseros y los sanjacobos.
—¿Por qué se ha suscrito a Diario JAÉN?
—Hay mucha gente que suele leerlo, también cuando estaba en el bar María Cristina. En la pandemia dejé de tenerlo, pero ya eran muchos los que me lo pedían y me he decidido a tenerlo.