García Montero, un poeta de éxito

El curso del crítico literario cuenta con el mayor número de alumnos matriculados

23 ago 2019 / 11:14 H.

Ensayos, prosa narrativa o poesía juvenil. La extensa obra del escritor Luis García Montero suscita, entre los amantes de la lírica, una enorme admiración e interés. Así se demostró durante el curso de la Universidad Internacional de Andalucía en donde se estudió toda su creación.

De los 167 alumnos matriculados, en total, en los cuatro seminarios impartidos durante esta semana en la baezana Sede Antonio Machado de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), 94 pertenecían al curso “La poesía de Luis García Montero, una cuestión de palabras”. Teniendo en cuenta que, normalmente, un curso de verano, de cualquier temática, no suscita más de 50 alumnos y que la poesía es un género minoritario, este es un acto atípico pues, todos los años, los asistentes rondan las 100 personas.

Según el director de este curso, Juan Carlos Abril, el poeta ha conseguido romper la barrera de “lo minoritario” y concita calidad estética y divulgación a este género a través de su llamada “poesía de la experiencia”, la cual encabeza junto con otros autores postnovísimos de la generación de los ochenta como Javier Egea o Álvaro Salvador.

“La poesía es algo que todo el mundo siente, ya sea de manera verbal o como una experiencia emotiva o estética”. Así justificó Abril —profesor de literatura española en la Universidad de Granada— el éxito de este seminario poético que, durante cuatro días, ha acogido, en un ambiente distendido, a alumnos con un perfil transgeneracional y con niveles formativos heterogéneos, eso sí, todos ellos firmes lectores de García Montero. “La poesía es como las matemáticas, para realizar ecuaciones hay que saber hacer sumas, restas o divisiones antes. En la poesía, a partir de metáforas simples, hay relatos más básicos o complejos”, afirmó el director, quien aseguró que este género se debe estudiar y trabajar y, por tanto, los asistentes tienen, al menos, una cierta formación como lectores de poesía.

García Montero y Juan Carlos Abril dirigieron durante ocho años el curso de poesía que ofertaba la UNIA en su sede jiennense. Este año, por incompatibilidad debido a su puesto como director del Instituto Cervantes, el crítico literario se retiró de la dirección para pasar a ser su obra el objeto de estudio en el seminario. “García Montero es un autor con trayectoria e influencia cuya voz es una de las más significativas de la poesía en lengua española”, justificó Juan Carlos Abril. Según alegó, existen motivos suficientes como para dedicar el curso íntegramente a su obra pues García Montero contribuyó a que los cursos de verano y, en concreto, el dedicado a la poesía, sean un referente en España y modelo en otras universidades.

Respecto a la elección de conferenciantes para el seminario, Juan Carlos Abril firmó que todos ellos han sido, tanto críticos literarios y estudiosos de su obra, como amigos cercanos.

En cuanto a la situación de la lírica contemporánea, Abril opinó que, aunque las redes sociales ni perjudican ni benefician, como género de reflexión que es, la poesía necesita lentitud y tiempo lo que está en contradicción con la velocidad de las redes sociales y el mundo vertiginoso de lo instantáneo.

“En las redes sociales se valora mucho lo cuantitativo, es decir, los “me gustas” que una publicación poética tiene aunque sea una “tontería”. Eso no aporta nada”, advirtió el director añadiendo el peligro y la poca fiabilidad que puede suponer leer un poema en Internet ya que puede aparecer cortado o contener interpolaciones o erratas.

“Su poesía se marca en un contexto espacio-temporal”
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Nuria Rodríguez Lázaro, catedrática de Literatura española en la Universidad de Burdeos, ofreció una ponencia sobre el discurso amoroso de García Montero. Según la ponente, el autor, en su obra, está preocupado, continuamente, por el paso del tiempo pues este erosiona la relación amorosa y su obsesión es cómo hacer que perdure. A diferencia de la poesía de antaño que era una “especie de limbo temporal”, en la de Luis García Montero aparecen semáforos, taxis, hoteles y aeropuertos, lo provoca que su poesía se marque en un contexto espacial y temporal. Es por ello, que, según explica Rodríguez, el escritor habla en su obra de una mujer en vaqueros, pues desea dejar claro que se trata de la actualidad. En el contexto amoroso, aunque García Montero es insistente en las dedicatorias a Almudena Grandes, su pareja, dentro de ellos habla de mujeres desconocidas. “Tiene apariencia de autobiografía, pero él es consciente de que esto es ficción”, confirmó la catedrática. A su vez, la experta en la obra del granadino recordó las críticas, por parte de otras corrientes literarias, al autor por querer anclar su poesía al presente.

“Los alumnos comprenden bien la literatura del poeta”
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Respecto a la internacionalidad que Luis García Montero posee en el extranjero, Diana Cullell Teixidor, docente en Estudios Hispánicos en la Universidad de Liverpool, aseguró que enseñar al poeta en el extranjero es un placer. “Hace dos años dio una charla en nuestra conferencia anual y fue un éxito ya que, además, Luis realiza una poesía que entienden muy bien los alumnos”, declaró. La docente explicó cómo los alumnos —quienes utilizan la literatura para aprender la lengua española— de García Montero en Inglaterra pueden realizar varios niveles de lectura: más superficial, en primer lugar, para después llegar a comprender la intertextualidad o las referencias a otros poetas. “La poesía parece estar avanzando a pasos enormes”. Esta fue la conclusión de la conferenciante que explicó el actual fenómeno que se está viviendo con la “poesía performativa”, la cual está arrasando. “Se trata de un tipo de lírica que se sube al escenario y, más que en papel, se transmite a viva voz. Que poetas como Elvira Sastre llenen los locales en los recitales, son muy buenas noticias para la poesía”, concluyó la docente gerundense.