Fin de fiesta pasado por agua

La última verbena no se pudo celebrar por las inclemencias del tiempo

10 sep 2019 / 16:49 H.

Después de un fin de semana festivo lleno de júbilo y convivencia, el final de la feria de septiembre de Noalejo se truncó debido a las lluvias estivales. Desde la mitad del mediodía, una nube de agua comenzó a rondar el municipio. Lo que al principio parecía que iba a quedar en un pequeño aguacero, llevó a la interrupción de la feria e impidió que se celebrara la última verbena popular que comenzaba a las ocho y media de la tarde y cerraba las fiestas. La reubicación de la celebración a un espacio techado fue imposible pues el único espacio cubierto habilitado, el pabellón municipal, ya estaba ocupado por la feria de muestras.

Estas fiestas de septiembre, que se encontraban olvidadas y en cierto declive desde hace unos años, han sido recuperadas por una corporación municipal renovada y joven liderada por el actual alcalde de Noalejo, el socialista Antonio Morales Torres. En su primera legislatura, Morales Torres se reunió con el presidente del Coto de Caza del municipio y ambos decidieron dar un impulso a esta tradición de una manera improvisada pues en ese momento aún no estaba construido el pabellón municipal. En su último día de celebración, la Asociación de Mujeres TAMAR realizó entre los visitantes a su estand una rifa de un jamón y un queso y ofrecieron, gratuitamente, pequeños dulces típicos de Noalejo.

Esta fiesta de septiembre, según informó el historiador Francisco Javier Martos, tiene su origen en el siglo XVI, cuando el municipio fronterizo se situaba como foco religioso y de peregrinación, lo que convirtió a esta tradición en una de las ferias más importantes de su tiempo. Ahora, tanto vecinos noalejeños como emigrantes que tuvieron que marchar de su pueblo hace más de veinte años, se reúnen en torno a esta celebración para impulsar su crecimiento y disfrutar y degustar los productos típicos de la tierra.