en la aldea segureña

Decenas de vecinos se reúnen alrededor del patrón para disfrutar
de unos momentos inolvidables,
a pesar de
las altas temperaturas vividas

25 jun 2019 / 16:48 H.

La aldea de Puente de Génave, Peñolite, cerró ayer un nuevo periplo festivo, con motivo de la festividad de San Juan Bautista. Fervor popular en una jornada calurosa, que se inició por la mañana con la ofrenda floral, para dar paso sobre las dos de la tarde a la popular comida de hermanad que contó con la colaboración de la Peña Taurina de Peñolite. Pasadas las primeras horas de calor, se ofició a las siete de la tarde una misa rociera en honor del patrón, amenizada por el coro romero Entre Pinos y Olivares. A la finalización, la imagen de San Juan, ante el fervor popular, recorrió las principales calles de la aldea, acompañada por los componentes de la banda de música San Isidro Labrador.

La noche sanjuanera finalizó con la actuación del cantante serrano, Leo Rubio, y los fuegos artificiales, desde la plaza de La Morea. Entre ambas actividades, se entregó el premio a la mejor fachada decorada con macetas.

Desde el pasado viernes peque- ños y mayores han disfrutado de las distintas actividades programadas y, especialmente, en sábado por la tarde tuvo lugar la suelta de vaquillas, adquiridas por la peña taurina de Peñolite, una tarde muy animada.

PREGÓN. El arranque festivo de las fiestas de la aldea puenteña de Peñolite tuvo en su pregonero, Rafael Bustamante Mira, la persona encargada de dar el pistoletazo inicial a una nueva cita con las fiestas de San Juan Bautista. El empresario local, de Embutidos Peñolite, dejó claro en sus palabras que no solo apuesta por ubicar una empresa en una aldea de un centenar de habitantes, sino además vivir en ella, y ello conlleva almacenar historia, anécdotas y conocer al dedillo un lugar tan emblemático como carismático, Peñolite. El pregonero aceptó el reto de pregonar las fiestas en un año no muy bueno, con el fallecimiento de gente querida en la aldea y significativa, a los que en la parte final del pregón dedicó un homenaje.

Rafael Bustamante recordó los días de verano pasados, cuando llegaban los primos que se encontraban fuera, con los partidos de fútbol entre los del barrio de arriba con los del barrio de abajo, el primer cerezo dadas las vacaciones, al que se subían para hacer la cata: “Corríamos todos los huertos, éramos conscientes que con San Juan comenzaba el verano”. Hizo mención a la música de Los Pizarrines, a los cabezudos, a las vaquillas en La Morea, a los juegos tradicionales, y a la primera peña que montó en la casa de “Goyete”, o las verbenas en la fábrica y el corral de Pablo. Hubo momentos en el pregón donde recordó su adolescencia con sus primeras salidas de la aldea a La Puerta de Segura o Arroyo del Ojanco, hasta llegar a la actualidad, donde afirmó vivir ahora una etapa inolvidable que dura quince años, con su esposa Gloria y sus hijos. Un pregón que finalizó con el clásico “Viva San Juan”, y con el homenaje a tres personas fallecidas en las última fechas, “El Fleky”, el jefe de los Grofes, del que dijo el pregonero: “Su forma de ser muy peculiar y única por donde iba incluyo en Jumilla en Murcia lo nombraron hijo predilecto”. Por otro lado, hubo palabras de recuerdo para Juan Campillo, una persona especial, de la que recordó su paso por la comisión de festejos, y además que era el encargado de tirar los cohetes.

Finalmente, hizo mención a su primo Juan Bustamante, con el que tenía un roce especial: “Mis hijos raro es el día que no traen un dibujo para recordarle, mi primo que empezó con las piscina, después con el bar, invirtiendo en Peñolite”.