Fallece un valdepeñero en el incendio de un cortijo

El fuego se inició en la chimenea y murió por inhalación de gases

03 nov 2018 / 10:51 H.

Hace sesenta años que se marchó de Valdepeñas y la caprichosa y fatídica casualidad quiso que fuera en su pueblo donde acabara su vida. El municipio de la Sierra Sur está conmocionado ante el trágico fallecimiento de uno de sus vecinos, Antonio Mesa Marchal, que, a sus 83 años, murió durante un incendio en un cortijo familiar en el entorno de la población.

Fue en torno a las doce y cuarto del mediodía de una mañana especialmente desapacible y fría. El fallecido, al parecer, se encontraba en el interior del cortijo, situado en el paraje conocido como “El papel”, a la altura del kilómetro 33,5 de la carretera A-6050, que une Valdepeñas de Jaén a Castillo de Locubín. Allí, el fuego de la chimenea caldeaba la vivienda. Fuentes de la investigación sospechan que una chispa pudo saltar y prender un sofá cercano, de un material sintético. Al parecer, el hombre, mientras que intentaba sofocar las llamas, se habría intoxicado con gases tóxicos —inhalación de monóxido de carbono— producto de la combustión, hasta perder la conciencia. Alertada por su madre, la hija, que se encontraba en el exterior del cortijo recogiendo nueces, acudió a intentar socorrerlos pero le fue imposible sacar a su padre de la estancia. Ella, con 58 años, resultó herida y tuvo que ser trasladada al centro de salud de Valdepeñas, aunque no de gravedad. Asimismo, la mujer del fallecido tuvo que ser también atendida por un ataque de ansiedad. Fue gracias a la intervención de los medios trasladados hasta el lugar, después de alertar a Emergencias 112 de Andalucía. Fueron los bomberos de Alcalá la Real, la Guardia Civil, Policía Local de Valdepeñas de Jaén y servicios sanitarios.

La Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación, aunque todo apuntaba desde un primer momento a que el origen del incendio estaba en la chimenea. Tras el incendio, el levantamiento del cadáver se realizó en torno a las cuatro menos veinte de la tarde, algo más de tres horas después del suceso. El cadáver fue trasladado al Instituto de Medina Legal de Jaén para la realización de la autopsia y, a la espera de los resultados, tras la primera valoración del forense, el fallecimiento pudo estar motivado más por la inhalación de monóxido de carbono que por las llamas, según los investigadores.

Antonio Mesa Marchal, como explican fuentes cercana a la familia, muy joven se marchó desde Valdepeñas, su pueblo, a Bilbao, lugar en el que residió hasta su traslado a Madrid. Casado también con una valdepeñera, la familia compró hace unos diez años el cortijo del paraje “El papel”, a unos tres kilómetros del pueblo. Muy ilusionados con esta nueva vivienda, era habitual que durante fines de semana, puentes y vacaciones viajaran hasta la Sierra Sur. Allí son muchos los familiares que tienen y hoy, si la autopsia ha finalizado, lo despedirán.

Un pueblo conmocionado por el trágico desenlace
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Fue, sin duda, el tema de conversación del día en Valdepeñas de Jaén y la sensación de incredulidad y tristeza era generalizada. La noticia del incendio en este cortijo no tardó en correrse entre los vecinos y su fatídico desenlace conmocionó a todo el pueblo. Antonio Mesa Marchal, aunque residió gran parte de su vida fuera de su tierra, primero en Bilbao, a donde se fue hace seis décadas, y después en Madrid, mantenía vínculos cercanos en el municipio. De hecho, desde hace diez años aproximadamente, cuando la familia compró el cortijo en el paraje “El papel”, era habitual que viajaran durante los puentes y vacaciones, como habían hecho en esta ocasión por la festividad de Todos los Santos. Hoy, según apuntan fuentes cercanas a la familia, está previsto su entierro, en el que sus allegados y vecinos le darán el último adiós.