Fallece Ignacio Martínez, el abogado de las causas perdidas de la Sierra de Segura
Polifacético, también era escritor, poeta, ensayista, filólogo e historiador

Este viernes ha fallecido el abogado Ignacio Martínez López, de Siles, quien peleó por las causas perdidas de la sierra segureña, para ganarlas. Hombre polifacético, de vasta formación, conocido y seguido de los lectores de Diario JAÉN, por ejemplo, por sus colaboraciones en el suplemento semanal del periódico bajo un epígrafe que ya le delataba: “Segurología”.
“Ha vivido una vida intensa: jurista de prestigio, escritor, poeta, ensayista, fillólogo, hisoriador... músico; magnánimo, desprendido, generoso, libre... único”, escriben de él sus amigos en un blog abierto en su memoria, “Con Ignacio siempre”. Y están llegando testimonios de todas partes. “Querida familia y amigos de Ignacio: siento profundamente el fallecimiento de Ignacio. Siempre recordaré a ese amigo del colegio que tanto leía y al que tanto quería. Ignacio siempre ha sido un luchador y así le recordaré siempre. Un abrazo muy fuerte”, escribe Adolfina Ortiz. “Hoy es un mal día para la Sierra de Segura. Que ya te está echando de menos. Para aquellos que compartimos contigo algunas de tus luchas hoy es un día triste. Allí donde estés seguro que seguirás luchando por aquello que te hizo honorable, descansa en paz. Para la familia mis condolencias y un fuerte abrazo”, testimonia Julián Mendoza. Y desde Cataluña: “Sempre m’ha eixamplat el cor qualsevol contacte amb l’Ignacio, un personatge genial i un gran escriptor. Militant de la Sierra i dels teòrics febles... / Siempre me ha ensanchado el corazón cualquier contacto con Ignacio, un personaje genial y gran escritor. Militante de la Sierra y de los teóricos débiles...”, escribe sin firma un amigo del fallecido.
Fuertes sentimientos hacia su persona y su pérdida, como los que mostraba el abogado y escritor: “El amor compartido y el inconfesable, el que se da al padre, el que brindan los que dan todo por nada, el que no se compra con tarjeta de crédito, el que se ofrece a quien pide ayuda por la que nunca se recibirá nada a cambio, el que no hace falta que prediquen ningún profeta porque cualquiera es profeta de sus sentimientos, el del abuelo al nieto y el del nieto al abuelo; el que esperas recibir cuando desees que alguien coja tu mano para exhalar a su lado el último aliento. Ese es el tesoro de todos los reinos del mundo”, escribía Ignacio Martínez en su libro “La Sierra Mágica”, párrafo escogido certeramente por sus amigos en el blog.