¿Esto es una...? ¡¡¡Fiesta!!!

Los Pecos de Villargordo triunfan con una desternillante actuación en la verbena

27 jul 2019 / 11:57 H.

Más que un tributo a Los Pecos, aquellos famosos hermanos cantantes, uno rubio y otro moreno, que revolucionaron a la adolescencia de finales de los 70 y principios de los 80, fue un homenaje a la risa y el desparpajo. Dos vecinos de Villargordo, Vicente García y Paco Jiménez, se disfrazaron de Francisco Javier y de Pedro José, y le dieron rienda suelta a su imaginación en un desternillante espectáculo en la verbena municipal de las Fiestas en honor al Cristo de La Salud. Fue media hora y nadie dejó de reír un solo segundo con las ocurrencias de Los Pecos de Villargordo. Junto a Vicente (Pedro José) y a Paco (Francisco Javier), desfilaron por el escenario y actuaron las niñas de la Asociación “Fuerza y Tacón” recientes ganadoras de Europa en baile, que también lucieron buen arte en la improvisada gala y se sumaron al festivo caos de risa y música con interpretaciones fuera de lo común. Además de bailar y componer en arte sus manos y sus pies, todo era una carcajada detrás de otra, especialmente cuando cada una de ellas dijeron los motes por las que se les conoce en el pueblo. “¿Esto es una...? preguntaba de forma continua el maestro y cofrade metido a ‘showman’ Francisco Jiménez Delgado y un público entregado clamaba siempre: “¡¡¡Fiesta!!!”. Ejerció de presentadora la emigrante villargordeña María Cintas y todo empezó con una entrada grandiosa de Paco, al que en su pueblo conocen como ‘Chápiro’ perfectamente disfrazado del pop electrizante de OBK al que siguió Vicente García, trabajador de seguridad (alias ‘Peluca) dando el cante por el vocalista de Medina Azahara. La risa estaba asegurada, un público mayoritariamente femenino se concentraba a los pies del escenario y coreaba a sus ídolos villargordeños. Llegaba entonces lo mejor, las cuatro canciones de Los Pecos que interpretaron a su manera y buen entender y saber; Vicente más formal y metido en su papel, guitarra en mano, Paco siempre saltándose letras y protocolos de cualquier tipo. Todo el mundo coreaba las canciones archiconocidas para los más mayorcitos y mayorcitas: “Señor”, ”Háblame de ti”, “Acordes” o “Si me faltaras tu”, lanzaba olés y vivas, movía las manos en alto de un lado a otro, todo lo que pedían los ‘artistas’ el público entregado lo hacía mientras su representante oficial Miguel Moral, más conocido como Miguelreino, no dejaba de grabar su primera actuación oficial, tras el ensayo de mayo en el Paseo.

Cada momento, un ropaje distinto, cada canción un chascarillo nuevo, subidas y bajadas por las escaleras del escenario en plan diva de Paco y una chaqueta roja de Vicente que daba repelús de verla metida en ese cuerpo, de chica que le estaba. Todo era improvisación, todo estaba planificado en el desorden absoluto. Y también espontaneidad, que la hermana de Paco, Leonor, junto con María, la presentadora ( y con nuevo vestuario) se sumaron al espectáculo con la interpretación de grandes canciones de siempre.

---A ver que no oigo a mi pueblo -gritaba micrófono en mano Paco- ¿Porque esto es...?

---¡¡¡Una fiesta!!!, gritaban enfervorizadas sus ya no tan adolescentes seguidoras.