Esperanza bajo el mismo techo

El villacarrillense que buscaba donante de médula es compatible con su hijo

14 jun 2017 / 11:56 H.

Su llamamiento se publicaba en estas páginas el 7 de marzo. Este villacarrillense apelaba a la conciencia ciudadana para sumar más y más donantes de médula al sistema sanitario, lucha por la que tanto hizo el joven malagueño Pablo Ráez. Él sufre mielofibrosis, enfermedad con la que batalla desde agosto de 2016 y, poco a poco, la cuenta atrás para requerir un trasplante se agotaba. Ahora, Alfonso Sánchez Linares acaba de conocer que la fortuna duerme bajo su mismo techo: su hijo tiene algo más del 50% de probabilidad de compatibilidad. Su esperanza e ilusión se agarran con fuerza a este posible camino: “Le hicieron las pruebas y, con su juventud, según me explican, en otros casos ha habido resultados satisfactorios de trasplantes”, explica. Entre familiares cercanos, como asegura, a raíz de un consejo médico que se celebró en Córdoba, hay cierta posibilidad, ya que no es necesario que el donante sea compatible al cien por cien.

Y ya tiene fecha para ese trasplante que lo llena de esperanza e ilusión. “Será el 19 de junio, en Córdoba”, explica. El proceso no será corto, pero está preparado para luchar porque todo vaya bien: “Cuando ingrese, me prepararán para darme cinco sesiones de quimioterapia y, después, con un día de descanso por medio, me harán el trasplante. Después, pasados unos días, volverá la quimioterapia y ya habrá que esperar que el proceso salga adelante por sí mismo”, detalla, tiempo en el que deberá permanecer ingresado en una unidad de aislamiento.

Su enfermedad —la mielofibrosis es un trastorno en el que el tejido fibroso reemplaza las células hematopoyéticas de la médula ósea, lo que conlleva la producción anómala de glóbulos rojos, anemia e hipertrofia del bazo— se la detectaron en agosto y el proceso de búsqueda de un donante de médula duró tres meses. Primero, se hicieron las pruebas sus dos hermanos y la compatibilidad no alcanzaba, por lo que se activó el protocolo para buscar un donante en un banco. En este tiempo, reconoce, tiene que agradecer cómo se han implicado, especialmente, sus vecinos de Villacarrillo. Él llegó desde Barcelona a este municipio de Las Villas, la tierra de su madre, hace cinco años y se ha encontrado muy arropado en este tiempo. De hecho, muchos villacarrillenses se han hecho las pruebas para donar médulas: “La gente se ha implicado y espero que el número de voluntarios suba mucho más en toda la provincia”. “Solo tengo palabras de agradecimiento para la Cruz Roja de Villacarrillo y la Asociación Española contra el Cáncer de Jaén y Córdoba por su implicación y su labor”, reconoce.

de cataluña a villacarrillo

Alfonso Sánchez Linares dejó su ciudad, Barcelona, hace cinco años “por prescripción médica”. Por una enfermedad, debía vivir en un lugar con un ambiente más seco y decidió mudarse de la Ciudad Condal a la tierra de su madre, en el corazón de Jaén. Así llegó a Villacarrillo, lugar al que no tardó en adaptarse y sentirse muy bien recibido. Hace un año, su hijo siguió sus pasos y se vino con él. Ahora es la gran esperanza para superar su enfermedad.