“Es un orgullo para todos los vecinos que se nos considere hospitalarios”
“Como alcaldesa me da mucha alegría que se piense que Espeluy es un pueblo hospitalario. Y no solo a la alcaldesa, pienso que le dará mucha alegría a todo el mundo. Hospitalarios sí que somos. Es un orgullo”, subraya Manuela Cobo Anguita, alcaldesa de Espeluy. Añade que esa forma de ser de los vecinos se percibe en la vida cotidiana, tanto en las costumbres más arraigadas, como en las fiestas tradicionales. “Nos volcamos mucho en nuestras fiestas e, independientemente de quien las organice, participamos en todos los actos”.
Este pueblo tiene dos núcleos urbanos diferenciados. El más antiguo, que es donde se encuentra el Ayuntamiento y que se entiende por el principal, tiene un centenar de habitantes. En el más reciente vive el grueso de la población hasta completar los 643 que hay censados.
Un municipio pequeño, pero que rebosa encanto por sus cuatro costados. Espeluy tiene una maravillosa dehesa, considerada la mayor de la comunidad andaluza con más de un millar de encinas, que en este tramo final del invierno luce de un verde esplendoroso. También está ubicado en este pueblo el Patrimonio Comunal Olivarero, cuyo gerente es Romualdo León y que es visitable, siempre que se concierte previamente la visita. Por tener, tiene un esbelto castillo del que se están andando pasos para que se pueda abrir al público.
Las fiestas de Espeluy tienen la virtud de ser muy participativas, como, por ejemplo, las cruces de mayo, que tienen un arraigo importante de un tiempo a esta parte. “En las cruces los vecinos eligen un tema y sobre él basan la cruz. El año pasado ganó una titulada ‘Espeluseños por el Mundo’. La que quedó segunda hizo la recreación de la ‘Batalla de Bailén’ y hubo otra que recreó los sanfermines, con sus toros incluidos, el pañuelo rojo y el periódico”, comenta la alcaldesa.
El municipio también está recuperando unos silos romanos de trigo y que indican que debió ser un importante centro cerealístico, con un Guadalquivir navegable a solo un paso. En la gastronomía destacan especialmente las migas en el bar-restaurante El Puente de la Estación que regentan el matrimonio formado por Antonio y Conchi, un plato que se ha ganado una justificada fama, en un local que destaca por el trato familiar.
La economía de Espeluy está basada en el olivar, pero en el municipio hay afincadas dos importantes empresas, una de reciclado de neumáticos y, otra, de traviesas de tren.