Entrañable encuentro de los vecinos de Ceal con su Virgen de Fátima

Los hueseños acompañan a la imagen en su salida procesional con motivo de las fiestas

09 ago 2024 / 18:16 H.
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Los emigrantes de la aldea del municipio de Huesa, en plena comarca de la Sierra de Cazorla se reencontraron con los suyos en un acto de fe y mucha devoción. La salida procesional de la Virgen de Fátima fue una de las actividades programadas de este pequeño enclave en el que apenas hay una docena de residentes empadronados, pero que, con su feria, multiplica su número de habitantes hasta llegar a los doscientos, aproximadamente. La jornada comenzó en torno a las ocho de la tarde, con la misa, que tuvo lugar a las afueras de la ermita junto a la fuente —que antiguamente se usaba como lavadero— y bajo la sombra de un gran olmo, debido al calor y a que en el recinto religioso no cabía todo el mundo. Este primer acto dio paso al acompañamiento a la Virgen de Fátima por su recorrido habitual, alrededor de las ocho y media. El trono sobre el que se llevaba a la imagen estuvo bien ornamentado con flores de todos los colores. Además, la Asociación Musical “Amihuesa” puso la melodía durante el discurrir por los rincones de Ceal. La irrupción de esta agrupación fue la novedad de este año en la procesión, que cambió mayo por agosto en beneficio de los foráneos.

Un estandarte se encargó de abrir paso de la procesión, que realizó un breve recorrido por la aldea de una media hora de duración. Una vez terminado el trayecto, con su correspondiente entrada en la ermita que tiene por nombre el mismo que la imagen, la primera jornada festiva continuó para los habitantes del municipio hueseño. En este sentido, la tradicional verbena nocturna reunió a todos los habitantes y a sus familiares en un entrañable encuentro que duró toda la noche y gran parte de la madrugada. En la barra se repartió mucha felicidad en forma de comida y refrigerios. “Fui uno de los primeros que fundamos esto. Cada año va a más y esto va a durar mucho tiempo”, aseguró Juan María Romero. Por su parte, Julia Romero admitió estar muy emocionada y confesó que esta fiesta es muy especial para ella y su familia. “No soy religioso, pero siempre vengo de mi aldea, Villaverde Alto en Madrid, para estar con los míos”, señaló Sebastián Romero. Gentes de muchos lares acuden a la aldea en estas fechas tan señaladas, Encarni Moreno es una de las visitantes y afirmó que siempre tiene muchas ganas de viajar a Ceal aunque viva en Alicante. Remedios Padilla sostuvo: “después de cuarenta y tantos años que vivo fuera, volver a la aldea me produce una alegría difícilmente de explicar bien”.

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