Enorme mejoría para Adriana gracias a un mar de solidaridad

Los padres de la niña con síndrome de Pitt-Hopkins destacan el avance logrado

06 feb 2017 / 12:14 H.

Adriano Garrido y Ana Belén Moral, los padres de Adriana, una niña de Torredelcampo afectada por la grave enfermedad genética llamada síndrome de Pitt-Hopkins, están que no caben en sí de gozo. Su hija, que acaba de cumplir nueve años, experimenta una enorme mejoría. Esto es posible gracias a la aplicación del método Doman, de la mano de la Clínica Neocortex, ubicada en Majadahonda (Madrid). “Estamos muy ilusionados. Llevábamos tiempo estancados y ahora se notan mucho los progresos, incluido un cambio de actitud”, afirma el progenitor, quien es natural de Jamilena. Dentro de la terapia, él mismo y su esposa trabajan, cada tarde, dos horas y media, en un método con tratamiento visual, auditivo y para mejorar la respiración y el equilibrio.

Adriano Garrido indica que en los avances, sin duda, ha sido fundamental la ola de solidaridad recibida, que les permite hacer frente al coste económico de las revisiones periódicas, más de mil doscientos euros por consulta. Por ello, sus palabras son de gratitud hacia las múltiples personas que han ayudado y, en especial, para el vecino tosiriano Antonio Carpio, quien, en otoño, realizó un itinerario en bicicleta TransAndalus para apoyar a la menor y concienciar a la población.

Esto fue el inicio de una auténtica avalancha altruista, con rifas y actuaciones. Las actividades se han celebrado, principalmente, en Jamilena, Torredelcampo y Torredonjimeno, aunque en verano se prevé una prueba deportiva en Martos y en Navidad, un coro rociero de Iznatoraf se volcó en apoyo de Adriana. Lo próximo, el 17 de febrero, en el teatro torrecampeño, será la actuación de Sonia Blanca, del programa televisivo “Se Llama Copla”.

Preguntado acerca de si ha tenido efecto el caso de Nadia, la menor de Lérida cuya familia, supuestamente, destinaba los donativos para fines ajenos a la enfermedad, Garrido es tajante. “Somos fruteros en el mercado de abastos de Torredelcampo y todos nos conocen. Otra cosa sería que tuviéramos que movernos fuera de la provincia para pedir ayuda. Tal vez la gente se retraería”, manifiesta el padre.