En 1637 el Santo Cristo se quedó para siempre en Cabra

El pueblo rinde tributo a su seña de identidad colectiva

15 sep 2022 / 19:54 H.
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Cada 14 de septiembre, con independencia del día de la semana que sea, la festividad de Exaltación de la Cruz tiene un significado muy especial en Cabra del Santo Cristo. Y más en 2022, cuando se celebró el regreso a la normalidad y con ello la vuelta de la procesión. Se trata de la segunda de las citas anuales del patrón con los cabrileños. La primera es la del 20 de enero, San Sebastián, fecha en la que se conmemora la llegada del lienzo, un acontecimiento ocurrido allá por el año 1637.

Aunque, pasadas las fiestas de agosto, también celebradas en honor del patrón, se ha marchado buena parte de los visitantes, la salida preotoñal tiene un significado especial para los cabrileños de todas las edades, que acompañan al Señor. Esta vez, todo estaba rodeado por la alegría de reencuentro. Decenas de personas acompañaron al Santo Cristo de Burgos en un recorrido por este pueblo de Sierra Mágina. La Asociación Cultural Musical Cabra del Santo Cristo amenizó el desfile. Portado por anderos, quedó patente la enorme veneración existente, que trasciende el pueblo y llega a otros rincones de la comarca.

El origen de la devoción hacia un lienzo que, a la postre dio nombre al pueblo, se remonta a enero de 1637. Entonces se alojó en una posada un arriero que llevaba hacia Guadix (Granada) la imagen. Según cuenta la tradición, en el momento en que se abrió la funda en que iba, la posadera, María de Rienda, que era manca, quedó curada. Ese prodigio coincidió con la procesión de San Sebastián y la representación del Señor fue trasladada hasta la iglesia. Hubo un conflicto en el que tuvo que mediar incluso un nuncio apostólico, pero al final el Santo Cristo de Burgos se quedó.

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