El tren regresa, por un día, a la malograda línea Baeza-Utiel
Génave reivindica el turismo sostenible con la actividad y la I Quedada Camper

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El pequeño municipio de Génave, en la Sierra de Segura, fue testigo de un momento extraordinario, la materialización simbólica de lo que pudo haber sido y nunca fue. El antiguo trazado de la vía férrea Baeza-Utiel, un proyecto ambicioso que el régimen franquista detuvo abruptamente en 1964, cobró vida de manera inesperada. Aunque sin raíles, un tren singular, repleto de pasajeros entusiastas, recorrió el pintoresco trayecto entre las estaciones de Génave y de San José.
Durante 45 minutos, los viajeros se sumergieron en la exuberante naturaleza serrana. Disfrutaron de un paisaje virgen y de las perspicaces explicaciones del cronista oficial, Manuel Rodríguez. Con micrófono en mano, Rodríguez enriqueció la experiencia con sus vastos conocimientos sobre la historia y el entorno, lo que transformó un simple trayecto en una lección viva sobre la riqueza natural y cultural de la región.
Este viaje sin raíles no fue solo un paseo turístico, representó un homenaje a un proyecto ferroviario truncado y una oportunidad única para reconectar con el patrimonio local. La iniciativa no solo brindó a los participantes la posibilidad de apreciar la belleza escénica de la sierra, sino que también les permitió vislumbrar el potencial que aquella vía férrea, hoy convertida en sendero, pudo haber tenido para el desarrollo y la conexión de estas comunidades.
En un esfuerzo por diversificar su oferta turística y consolidarse como un destino de referencia para el turismo itinerante, el Ayuntamiento de Génave organizó con éxito la I Quedada Camper, que congregó a una heterogénea comunidad de visitantes, que tuvieron la oportunidad de compartir experiencias y debatir sobre esta singular filosofía de vida.
La iniciativa propició un espacio de camaradería y una inmersión en la cultura y las tradiciones. Los asistentes disfrutaron de una muestra de productos artesanales, que evidenció la riqueza y la autenticidad de los productos locales. La jornada, en la que se degustó una paella, fue punto de encuentro gastronómico y de confraternización.
El culmen fue una verbena que prolongó la celebración hasta bien entrada la noche y dejó en los participantes un inmejorable sabor de boca. La respuesta de los asistentes se plasmó en múltiples promesas de regresar en 2026. La quedada puso de relieve el creciente interés por el turismo sostenible y la movilidad en vehículos recreativos, y consolidó a Génave como un espacio idóneo para estas experiencias. El éxito sienta un precedente para futuras ediciones y reafirma el compromiso local con el desarrollo de un turismo sostenible.