El “sesteo” del hato en el puente de La Cerrá
Ubicación
Este puente es en realidad el muro de una presa de gravedad ubicada en el cauce del río Guadalquivir. Está dotado por compuertas de regulación del embalse y un aliviadero anexo, y coronado por la carretera de Torreperogil a Cazorla. Su misión es para riego y aprovechamiento eléctrico.

El paso del hato por el puente de La Cerrá lo hacemos el tercer día de la verea de primavera o de arriba. La noche la habíamos pasado próximo a Torreperogil. Este año por primera vez no tuvimos que hacer el corral efímero, pues existía a la vera de la Cañada Real un recinto mallado, con puerta incluida, donde el hato pasó la noche.
- Desayuno al inicio de la jornada: Café de “pucherete”, tortas, y un vasillo de “mistela” para que no se olviden los sabores serranos.
- Al amanecer, salida del hato del corral mallado en la calzada cerca de Torreperogil camino del puente de La Cerrá.
Los animales van mucho mejor en comparación con el pasado año debido a la sequía que sufrimos, pues llevaban tres jornadas sin beber agua e iban sedientos. Este año al estar el camino plagado de “mucho verde”, los animales al caminar dan “un bocado allí y acá” y no llevan tanta sed, pero las “jodidas” ovejas saben que ya está próxima el agua, y que podrán hincharse y sestear. Lo tienen grabado en su ADN ¡aunque no os lo creáis!
- Detalle de la ruta y la zona del sesteo.
- El hato camina abigarrado sobre la calzada.
El hato camina abigarrado sobre la calzada de la carretera, que desde el puente de La Cerrá dirección al Puente del Obispo, va paralela al canal de riego. El hato huele el agua y aligera la marcha.

Comienza el cortejo a la entrada del puente José Carlos con su inseparable Tina. Le siguen los mansos, Daniel, el carea Moro con su alumno Roqui, y detrás el hato, reinando el orden y la organización ¡Qué maestría! Vaya escuela que recibieron los Carlillos de su padre Carlos.

Son las 12 de la mañana, os invito a ver el espectacular paso del hato por la coronación de la presa sobre el río Guadalquivir o puente de La Cerrá, como se le conoce vulgarmente por estos lares. Hago notar que el hato lleva sin beber agua desde que partimos de la dehesa hace ¡tres días! Por la falta de abrevaderos en el camino. Una vez que los animales alivien su sed, “sestearan” hasta la tarde y nuevamente nos pondremos en marcha hacia los Portillos para pasar la noche.
- Espectacular fotografía desde el pretil del puente.
- De nuevo el hato en marcha por la ribera del Guadalquivir camino del Molar.
Es las 4 de la tarde, de nuevo con fuerzas, el hato en marcha por la ribera del Guadalquivir camino del Molar, después de beber agua, comer algo y sesteo a pie de la presa. Ya va quedando menos para entrar en los terrenos del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas.
El sesteo no fue solamente para el hato; el resto del personal: los Carlillos, agregados, visitantes y el que suscribe (mimetizado con el entorno según mi amiga Katy), también nos organizamos bien: Comimos en el Bar del Puente, luego el que pudo echó algún cuscurrón, charla animada en la sobremesa y al final fotografía del “hato” humano. La foto la disparó Marisol, mujer de Daniel que aquella mañana nos acompañó, siguiendo las instrucciones de Katy nuestra fotógrafa oficial de la verea. El escenario de la foto no tiene desperdicio, parecemos sacados de un escenario de los años 30. El mejor: “Moro” que ni se “cosca”.

*Miguel Mesa Molinos. Aprendiz de pastor.